lunes, 2 de noviembre de 2009

Diario de viejo: Octavo Día

.

"I can't always say 'It's gonna be better tomorrow' ..."

Así empieza mi octavo día, recordando todas aquellas series en las cuales los malos siempre pagan.

Hermoso despertar así, observando el desastre que uno mismo creo antes de dormir.

Nada, no me veo con derecho a postdatas hoy.

Esperemos la ciclotimia.

Gabriel

domingo, 11 de octubre de 2009

Aclaración

.
Ese es el problema mis queridos lectores, la falta de visión a la hora de comprender mis más recientes acciones.

No necesito revisar mi forma de ser, me siento conforme con quién soy, lo que soy y lo que seré. El problema radica cuando uno termina una relación y lo primero que todo el mundo dice es "ahora preocupate por vos mismo". Resulta muy acertado en la mayoría de los casos y más que nada porque uno compartió un tiempo con alguien más, se acostumbró a vivir momentáneamente la vida de a dos y de pronto se encuentra solo, otra vez encarando la vida de manera singular. La cuestión es cuando uno termina y forma parte de esa minoría que no necesita replantearse a uno mismo, no necesita ocuparse más de su propia persona ni de hacerse de un pasar personal que lo mitifique más de lo que ya está... De mi lado, me siento bien conmigo mismo, seré así por el resto de mi vida, corregiré mis errores, claro está, pero mi forma de ser no va a cambiar, yo me siento cómodo con lo que soy y vuelvo a repetir: me incomoda lo que los demás terminan pensando de mí o lo que terminan haciendo a mis alrededores a pesar de quien soy...

Por ende, siento que está de más que me digan que me preocupe por mí, porque el laburo ya va a venir, mi situación en sí va a mejorar pero... no me digan todas esas gansadas que a otros les sirve, porque yo soy distinto y no tengo que mejorar lo que soy.

Quien soy me llena de orgullo.

Y al que no le guste, que se aparte.

Gabriel

viernes, 9 de octubre de 2009

Un segundo minuto perdido en el tiempo

.
Cada vez que llego a blogger me quedo con la mente en blanco. Creo que debería empezar por acá, antes de toda la poesía cursilera y el delirio andante, ¿no? Me he dado cuenta de que expreso mejor las cosas de una manera poética pero no es el único camino que quiero utilizar. Tantas veces quiero decirlo de una manera más frontal pero llego acá y me siento vacío de sinceridad, de todo.

No obstante, procuraré, aunque sea de manera resumida, decir un par de palabras sobre una reflexión sobre mi persona que he tenido en éstos días.

Más que nada he pensado sobre mi posición ante las mujeres. Sí, lo sé, "¿es en lo único que pensás Gabriel?". Y sí, no es en lo único, pero sí es definición sobre mi vida. Claro que, raya la obsesión, tal vez, algunos pueden verlo así pero para mí es simplemente importancia. Mi vida es mejor de a dos, más cuando hay amor, menos cuando no, pero importante al fin. Suerte que pueden no leerme si no les gusta, ¿no?

Recientemente me he visto a mí mismo y he pensado en cómo las mujeres me ven. Probablemente han oído que soy maravilloso, complicado, casi perfecto, traidor, romántico, un "tómalo o déjalo", etc... etc... etc... Se han llenado la boca sobre mi persona, ya no me importa tanto pero el ego se pone molesto y piensa de más, luego desea y termina haciéndome la vida insoportable, pidiéndome fama y atención. Pero, más allá de todo lo que viví, lo bueno y lo malo, estoy por cumplir 30 años y aún no tengo mi vida en camino, aún tengo que empezar. Por un lado pienso que la falta de estabilidad económica contribuye a la inseguridad femenina sobre mi persona (incluso yo me siento inseguro y disconforme conmigo mismo), de manera negativa, claro. Por otra parte, mi comportamiento ciclotímico es difícil de llevar si del otro lado no hay paciencia, virtud importante hoy en día si querés tener trato conmigo. He llegado a perder la mía y a estallar en violentos estados automutilantes (todo contra mí, siempre), dejando una muy mala imagen de Gabriel... y es loco, porque se supone que eso es algo que debí sufrir en el pasado y debí madurar pero no, hoy por hoy empeoró, worst, y así estoy, todo lastimado por mi propia mano.

En definitiva, me ahorro el hablar de mis virtudes porque casi el 100% que me lee me conoce en persona... (perdón al resto) y termino pensando que todas mis partes buenas se ven opacadas por las malas, no lo sé, ya no me siento inseguro con mi forma de ser e incluso estoy conforme con quien soy (con virtudes y defectos), pero sumo experiencia, "estadística" como suelo decir y arrojan resultados tremendamente negativos... he vivido bastante, me falta más aún por vivir pero... he pasado por relaciones importantes y si bien es probable que aún no me haya llegado el verdadero amor, termino por sentirme inseguro de la imagen que las mujeres terminan tomando de mí.

Debería alcanzarme conmigo mismo como autocrítica del ser, pero... de a ratos, llega a molestarme que la oreja me pique tanto.

Espero haber sido claro.

En el próximo post, tal vez hable del lugar que cada uno en teoría debería ocupar en mi vida y no lo hace. Para todos aquellos que me preguntan "qué me pasa" y ya lo saben.

Gabriel

lunes, 28 de septiembre de 2009

Ciclotimia (plus)

.
Nada más porque las piezas, ustedes, cada uno de ustedes, no encajan donde tendrían que encajar... sobre cada instante de mi vida. Cada uno fue reclutado para cumplir con un rol y, por distintas razones, algunas fundadas y otras no, sobrepasaron sus responsalibilidades. Mierda.

Por eso estoy más triste aquí, que ciclotímico, daría explicaciones pero... ya no quiero hablar más por hoy.

Lo debo.

Gabriel

jueves, 16 de julio de 2009

Dicho al pasar

.

He notado algo.

Hay opiniones y mundos cruzados, hay tristezas y levantamientos llenos de odio. El odio es disimulado, claro, es una careta que algunos usamos para ocultar lo que verdaderamente sentimos. Ha marchitado la flor y cantado la gallina, hay susurros por lo bajo y malentendidos al por mayor. Esto se vuelve grande, universal, es un destino tan común como el mismo gentío que habla estupideces para no percatarse de lo que verdaderamente les oculta el misterio del ser. Esto es una típica novela mexicana.

¿Y yo?

Bueno, dije algo, un poquito nomás... a gritos, claro. Pero me doy cuenta de que hay ideales cruzados, experiencias interpretadas de la manera más absurda. Todo tendría que ser más fácil y llevadero pero preferimos el camino de la suciedad y el ardor. Creí que el amor, al ser recíproco, resultaba en hechos constantes, en demostraciones que iban más allá de las palabras. Pero bueh, creo que yo también fui tildado de hablador, ¿no? Eso sí, ahora soy Gabriel, el de siempre, el que resulta peligroso de conocer. Lo mejor doy cuando la persona se lo merece, lo peor cuando el amor da demasiadas vueltas. Porque el amor es así, puro e inmortal cuando se lo pretende, el deseo de ajustarlo a las malas causas y las malas consecuencias. Pero no, hay personas que sólo lo desintegran cuando lo intentan experimentar.

Tengo bronca, pero ahora, con ésta bronca, tengo mis cabales puestos. Veo a mi alrededor y veo un desastre del que fui parte, me equivoqué sólo porque yo quise, porque probé el sabor de la desesperación y la esperanza, combinados ambos. Y así me fue, terminé por formar parte de este apocalipsis del que ahora sólo disfrutamos sus cenizas.

Ahora ya no hay vuelta atrás.

Todo sigue igual, nada cambia.

Y el tiempo se ha acabado en este lado, donde da el sol.

Je, parece una guerra y yo prefiero ser el villano, aunque creo que nos peleamos por el papel, pero mejor así y no llorando por los rincones.

Orgullo dicen, amor escondido... nah, yo solo.

Gabriel

sábado, 11 de julio de 2009

.
In the end, I'll have all the reasons.

G

...

.
No, no por favor, eso no.

Lo que más quieras pero eso no.

No lo soportaré, NO!!!

No lo merezco...

...no.

Gabriel

Desvío

.
Como dijo Margo en su fotolog, desvío pero... a veces... no, no desvío, creo que tendría que cambiarle el título al blog entonces...

Más bien... me siento Gabriel pero únicamente en su parte más deplorable... es cierto, la tía dijo que no tengo que volver a ser el de antes, resulta que es algo imposible porque vamos creciendo, evolucionando, empeorando o mejorando pero nunca iguales... La cuestión pasará entonces porque no puedo encontrar paz y si bien me enojo con vos más que con ninguna otra persona, me he dado cuenta de que todo mi entorno dejó ya de pertenecerme.

¿Qué digo? ¿Coherencias? No, no puedo, estoy por romperme, ¡SILENCIO!

Ahora me ves, saltando de mi silla cuando entran en mi territorio o siento que debo unos cuantos gritos por lo mucho que me callé y aguanté... pero al fin, más que encerrado en mí mismo, lejos, muy lejos, buscando aquella esencia que me llevó a conocerlos y a brillar dentro de sus propias vidas. En cierta forma, los culpo por haber hecho que Gabriel huyera lejos, ahora mismo estoy ausente por buscarlo tanto... me hablan y no contesto, estoy y de pronto desaparezco... no lo sé, de a ratos odio a ciertas personas y al resto las deshecho, soy una mierda pero como quien dice, no se debe echar las culpas hoy en día, uno tiene que salir de sus quilombos por sí mismo pero es costumbre también que los demás, se laven las manos.

Ella cree que estoy pensando en vos y está equivocada. Muy equivocada, pero no la culpo porque ella solamente hace todo lo que puede y no por quien ama. ¿Puedo culparla? No puedo. Dejá, me la banco solo, como toda la vida hice, siempre tuve que aprender todo solo. Y bancarme las consecuencias solo. Soy un buen tipo y me toca vivir todo esto.

Sep, la ayuda psicológica viene en camino. Cuando ya esté muerto.

A quien le toque y lo que te toque a vos.

Gabriel

viernes, 10 de julio de 2009

Veneno

.
Al diablo todo y todos.

Ya me re pudrí.

Con el tiempo me he terminado de rodear de gente que bien diferente a mi forma de ser, que me pudiera aportar comentarios bien diferentes a los míos, puntos de vista desde otro ángulo... Eso fue lo que siempre quise, no tener a gente que me dijera lo que quisiera escuchar. Pero, en contrapartida, cuando he necesitado oír algo caprichoso, no he podido conseguirlo.

Hay algo que me está arruinando la vida. Y más por lo que yo permito sobre ese tema que por lo que me pueda llegar a afectar externamente. Soy un idiota porque empiezo a comportarme como un pendejo caprichoso pero... pero... la cuestión pasa por otros asuntos pendientes que me han dejado fuera de combate.

La cuestión es que nunca fui de esta manera, la que has visto hasta hoy y desde que nos conocimos mejor. Comencé a comportarme de una manera más dócil hacia las costumbres, traté de sanear ambos lados y terminé arruinando lo mejor que tenía, mientras que lo mejor me arruinaba a mí. Que me dejaras cuando yo estaba en lo mejor de mí significó lo peor, cuando Fer me dejó aún tenía salvación pero cuando vos me dejaste... ahí fue cuando me terminé de perder. Jamás desestimes lo mucho que te puedan llegar a dar. Hoy no me amás y me cabe pero, más te va a caber a vos cuando hagas lo que tengas que hacer y veas que no es lo mismo, que unos cuantos defectos míos eran más fáciles de sobrellevar. Lo sé, hoy por hoy estoy sacado de mis casillas y es más difícil entenderme pero, antes, era más fácil, ¿por qué no lo hiciste antes? Y está la cuestión de que dejé de ser Gabriel. Sabés, ya volví a ser Gabriel, pero ése que te dijo cuando lo dejaste que sacaba su peor manera de ser cuando lo dejaban fuera de una relación. Gabriel es resentido. Gabriel está lleno de maravillas pero ya no quiere verte más. Lo arruinaste vos primera que todo. Cuando volvimos yo ya estaba harto de las peleas y dejé de prestarte atención. La miré a Fer. No justifico para nada todo esto porque falté a los ideales a los que siempre me abstuve pero... hiciste que me alejara.

Y después me viniste con toda esa mierda de que no das segundas oportunidades. Jugaste conmigo, semanas, me tuviste comportándome bien y mejorando mis aspectos para escupirme luego en la cara de que para vos no servían. Encima creaste un blog secreto para no contarle a tus amigos lo que te sucedía conmigo y no porque se fueran a ensañar conmigo, porque fueran a hacer algo más por defenderte. Sino más bien porque vos nunca estuviste dispuesta a contar toda tu verdad. Me echás la culpa inocentemente del estado en el que estás ahora, sin decírmelo pero sí pensándolo, por eso tenés cargo de culpa y le preguntás a Mariano o a Margo cómo me podrías ayudar. Sabés que no podés hablar de ésto con tus amigas o amigos más de dos palabras, incluso con tu psicóloga, porque no les contás todo lo que pasa, te falta la autocrítica, fueron contadas las veces en las que te oí pedir perdón, a mí o a cualquiera, siempre tu orgullo pudo más y tu silencio oculta la falta de comprensión que gritás porque simplemente no hacés autocrítica. Preferís contar ciertas cosas para que la gente diga lo que vos querés oír y si te dicen algo que es cierto pero a su vez te molesta te enojás, la verdad te duele en los oídos, te quema, ¿no? Yo me voy a condenar en el infierno por ser un hijo de puta de a ratos pero, sabés, yo voy a conocer a una mujer que me quiera mejor que vos y voy a ser feliz. ¿Vos? Quedate con tus máscaras, quedate mostrándole éste blog a quien quieras que coincida con tus opiniones. Leelo, releelo y después andá a cualquier lugar secreto a llenarte el ego de depresión y cero salida.

Te di casi todo en tan poco tiempo y vos me dejaste. Lo que vino después es lo que hoy impota, ¿no? Sabés, no te culpo por ya no estar enamorada, pero sí te culpo por ser tan inmadura con el amor. Yo soy inmaduro con mis responsabilidades, pero el amor siempre me llevó a los límites, a perdonar, a querer de verdad, a enseñarte cómo se hace el amor y no a simplemente ponerla. ¿Te vas a acordar de todo eso? Seguro... seguro... tengo tanto veneno dentro, tanto veneno de meses de intentar hacer las cosas bien para que me escupas en la cara con tu falta de accionar. Siquiera alguna vez me abrazaste y me pediste tranquilamente que te diera tiempo, ¿alguna vez lo hiciste? Jamás, como tus perdones, jamás.

Te amo sabés y Fer me preguntó porqué te amaba, porque esperaba la oportunidad de volver a tenerte. ¿Sabés qué le respondí? Que tal vez sólo esperaba hoy tenerte de nuevo para simplemente decirte que te fueras a la mierda. Porque así es hoy, no quiero estar con vos, te amo pero quiero que te vayas a la mierda, que no te quiero ver más, porque tu forma de ser verdadera yo la puedo ver, todas esas cosas que no le demostrás a los demás yo las veo y si me juzgan de loco o de hijo de puta hoy, mañana lo van a ver con más claridad, porque jamás te plantaste a pedirme un buen perdón. Te amo y odio amarte, odio estar enamorado de una persona que hizo dos meses de buena letra y se creyó que me había dado el universo. Andate a la mierda Mariana, yo me quedo acá con mi título de impulsivo hijo de puta que no quiere escuchar la verdad de los demás.

Yo lo hice, lo hice todo el tiempo y fui más allá, hice cosas buenas por mejorar todo. ME LA PASE MESES HACIENDO LAS COSAS BIEN Y NI TE CALENTASTE. Si el triángulo hoy no se arregla es por tu culpa. Mucho ruido y pocas nueces.

Me estoy por romper Mariana y te importa un carajo de mí.

Tengo más, claro que tengo más. Después de todo he pasado meses escribiendo posts que solamente exponen lo que siento con toques de impotencia y vos, simplemente te dedicaste a vaciar tu cargador de inocencia disfrazada de lobo sobre mí.

Dejá que se me pase.

Yo no me voy a lamentar haberte perdido.

Porque las cosas malas, también tienen a veces justificación.

Y al resto, al carajo, me conocieron durante años. Si hoy quieren juzgarme como lo que leen, entonces es que no saben separar las cuestiones.

Gabriel

lunes, 22 de junio de 2009

Título

.
Este es mi legado mi vida. Este es mi último legado.

Siento mucho haberte arruinado la vida.

Supongo que yo seré más cobarde, pero no puedo evitar pensar que yo sí doy segundas oportunidades, con errores groseros y todo, con toda mi lengua que no sabe más que patalear cuando el corazón duele. Dejame en éste final con mi cobardía.

Nunca te quedes con lo que viviste. Aprendé a perdonar.

Adiós.

Final

.
¿Qué se supone que debo hacer ahora?

Debería morirme por arruinarte la vida, eso debería. Qué lejos estoy del cuchillo y del valor que tenía antes para hundirlo sobre mi piel. Pero cuando llegue a casa, seguro lo encontraré de nuevo y me lastimaré, me lastimaré tanto que pagaré en una sola noche todo lo que hice. Pensé... tantas veces en fumar algo más fuerte, los diez cigarrillos ya no me hacen efecto, compré otros diez y esperan darme batalla. Pero no, ¿por qué no tengo algo más fuerte? ¿Por qué no tengo de esas pastillas que se toman para dormir? Porque ya no quiero enfrentar a la realidad, ya con sus días y meses me ha castigado tanto, ya no puedo hacerle frente. ¿Las pastillas de mi viejo? ¿Qué podría hacerme una? Tengo la receta aún guardada, esa que nunca usé para comprarle pastillas... no valía caras... Así le abriría la puerta a un nuevo mundo, al mundo de los exiliados, un porro tal vez me lleve a él o algo más, en éste mismo momento me siento tan frágil como para hacerlo y sé que más allá de hablar solamente, me siento hoy capaz, más que nunca, porque no puedo reparar, no puedo reparar lo que hice, no tengo siquiera la oportunidad de arreglar...

Menuda equivocación me mandé.

Nunca me había equivocado y sin embargo, siempre se terminaba. Y cuando debí no equivocarme, lo hice, de la peor manera. De la peor manera. Con quien no debía.
Si pudieras perdonar a éste condenado, te dedicaría la vida a hacerte feliz... Te hice feliz una vez y ¡Dios! ¡Me conocés! Aunque... ya no quieras conocerme. Ya desvarío y suelto a antojo de la locura lo que me sale de dentro, estoy desesperado y no sé cómo terminar la noche. Intenté leer y no pude, intenté no llorar y me salió igual, intenté atender a Fer otra vez y no me animé. Intenté comer y vomité todo. Todo menos el cigarrillo, como si fuera a prueba de todo.

Si por un día pudieras olvidar lo que pasó... si pudieras volver a creer en mí, en Gaby, Gaby, Gaby, GABY!!! Gabriel, ¿dónde quedó? ¿Cómo puedo volver a ser él siendo el que soy ahora? Te necesito Gabriel, te necesito. Vos tenías valores, vos sabías cómo llevar adenlante a una mujer. Vos sí que sabías hacerla feliz. Me odio, me odio tanto que ya siento la sangre saltando delante de mis ojos. Hablo demasiado. Debería ir de una y hacerlo. No tanto hablar. Pero es que... Gaby una vez habitó en éste cuerpo, Gaby nunca se equivocaba. Gaby siempre tenía la razón. Gaby sabía lo que hacía. Sabés, en mis sueños lo veo pero detrás de tu nombre y es por eso que siempre termino a tu alrededor.

Es gracioso cómo ahora tengo toda la culpa encima y encima el amor también, saber que te amo tanto y que se convirtió en mi propia condena. Supongo que solamente tengo que caminar derecho y soportar todo, ¿no? No llorar, no nada. Odio ser yo. Odio no tener algo fuerte para evadirme de esta asfixia. Odio tanto vivir así. No quiero vivir más así.

Ya no quiero más ser yo.

Gabriel

Enfrentamiento

.
"Amarte".

Hacía tiempo que no escuchaba eso de tu boca.

A veces, no sólo pienso que estoy condenado, a veces... te lo dije, corro hacia vos para que me salves. Pero ya no querés salvarme, ni vos encontrás salvación. No repartís culpas hasta que nombrás la palabra "decepción" y ahí es cuando entro en escena, con mi lado más demoníaco. Más monstruoso. Si, te tiré por la borda. Te arruiné la poca esperanza que tenías. Te quité la única razón que hoy tenías para vivir. Hice todo mal, hice todo mal y cuando quise remendarlo, ya era tarde. Estabas muerta en vida. Tenías una lápida con tu nombre.

Me preguntaste "¿puedo?", "¿puedo?", como si de pronto me dieras un poco de aire, aire de esos cachetazos que llegaron en silencio a mis mejillas. Porque no me golpeaste con tus manos pero tu silencio sí lo hizo. Supe siempre que cuando supieras la verdad, todo acabaría definitivamente y si bien, hoy no lo siento así (estoy desolado pero como un estúpido sueño), le di punto final a lo nuestro. Sentencié, me sentencié a mí mismo, corrí el suelo a mis pies y me ahorqué con mi propio llanto. Yo pensaba que sí podías, mis ejemplos fueron claros pero lo que vi en tus ojos no sólo fue un instante vago de esperanza, sino más bien una sombra de tu forma de ser, aquella que no quiere perder.

Te vi y me di cuenta de que me amabas más que a ningún otro hombre. Y que ése mismo nombre que pronunciabas luego de amar te había traicionado. La última persona en el mundo te había decepcionado. Así lo vi en tus ojos. Y no te condené por ya no darme una segunda oportunidad, esa verdadera segunda oportunidad. Tenía que enojarme a veces, tenía que luchar aunque fuera gritándote en la cara que te amaba. Sí, te amo y aún así vi a Fer tantas veces después de decirlo. Hoy salí de tu casa, con tu mismo vacío en mi propia alma y así, llamé a Fer y le dije "siempre creí que terminaría definitivamente con vos cuando le dijera a Mariana toda la verdad". Y así fue, así fue como del otro lado el llanto se llevó todo lo que podía haber sido enojo o incluso insistencia, lucha insistente. A medida que le hablaba me convertía en el hijo de puta más grande del mundo. A veces... cuando realmente caigo en la depresión, me pregunto porqué mis viejos no me dotaron de una consciencia pequeña, diminuta, apenas perceptible. ¿Por qué? ¿Por qué tenía que equivocarme y autocastigarme cometiendo más errores? Ahora sé lo que es morirse en vida. Yo mismo me suicidé. Yo mismo toqué el cielo y luego lo llené de humo nuclear. En el camino me llevé a dos y arruiné, tal vez, a la persona más grácil del mundo a la hora de amar.

¿Y ahora?

Ahora voy a volver a mi casa y veré si el cuchillo quiere seguir bajando, hasta traspasar el brazo. Porque no quiero morir, si hay algo que conozco de mí mismo son mis defectos y mis aptitudes. Soy el hijo de puta más grande del mundo, pero también puedo reparar, puedo aunque no lo quieras. Puedo destruirme un brazo sólo por desviar la atención del dolor que me causó el mismo cuchillo que clavé en mi corazón. Soy capaz de reparar pero no sin oportunidad. Porque necesito de redención, necesito de que me perdones, que me perdones realmente, que me creas, que te mentí, que te traicioné, pero... nada, sólo digo estupideces. Si vos me hubieras hecho lo mismo, ya no estaría con vos.

Sabés, tengo la felicidad guardada en el bolsillo. Y es bueno saber que puedo deshacerme de ella cuando me porto mal. Mierda, ya estoy hablando de nada, te amo como a ninguna otra en el mundo amé nunca antes y no puedo creer que haya terminado todo así, como si te hubiera demostrado que cada uno puede forjar su propio destino, su propio futuro, sus propias consecuencias.

Lo siento mucho, perdón.

Voy a encerrarme, a soportar lo que me ha tocado.

Ya no la tengo a Fer cerca, ya es libre.

Ya no te tengo a vos.

Y supongo que es mejor así, hablo de esperanzas cuando me olvido de lo que hice.

Yo solito lo hice.

Gabriel

Huida

.
Tenía el cuchillo en mi mano.

Tenía el cuchillo y no tardé en hundirlo en la carne.

Apreté, apreté y apreté una vez más, tan fuerte como mi coraje lo admitía. Y dolía, dolía tanto pero no como el que sentía ya por dentro. El dolor que provenía desde fuera admitía el dolor, claro que sí, pero no le temía. En absoluto le temía. El que nacía dentro era diferente. Ese me asustaba de muerte, me traía de las narices como se le antojaba. Ese mismo era eterno, tan eterno como mi propia vida, porque dolía pero no físicamente, sino del espiritualismo en el corazón. Me dolía y me desesperaba, sabía que todas las culpas eran mías pero no aceptaba morir en la horca, como las consecuencias lo dictaron al equivocarme tantas veces. Apreté más fuerte, hice caso omiso de lo que me dolía superficialmente y al final me detuve. No pude apretar más. Sabía que mi destino estaba metido en mis venas y que yo no era tan valiente como para cambiarlo. Debía de respetar lo que él me tenía reservado, todos sus males y maleficios, todos aquellos castigos que merecía por desobedecer a mi propia fe. A mi propio espíritu. Al propio Gabriel.

Nunca me había equivocado tanto, nunca.

Y por esta vez, había arruinado una vida. No la mía, la de una persona más. Le había enseñado el paraíso y la había instado a vivir en él. Pero luego se lo quité. La deshonré. Le falté el respeto, sin siquiera alzarle la voz. Decidí por valor propio el perderla.

Y así fue.

Así fue como huí de mi habitación, atacada por un fantasma que en la ventana golpeaba pidiendo entrar. Huí, corriendo como más podía, huyéndole a mi destino y a mis errores, mis fatales errores, mierda, ¿por qué mis errores no me matan a mí? ¿Por qué se ensañan con mi cordura? Supongo que es mas divertido hacerme pagar todo en vida. Y así estoy hoy, una persona llena de talento, una buena persona, que se ha condenado por cometer unos buenos errores. Me da vergüenza ser quien soy hoy. Me da vergüenza admitir que lo he perdido todo. Y en el fondo es que ahondo más la cuestión, en el fondo cocino teorías y esperanzas, en el fondo luego las aplasto porque ahí fue donde tramé la peor de las traiciones. Fui un completo idiota y hoy corría, corría tan rápido que la luna ni sombra me hacía, corría tan rápido que mis pensamientos se quedaron por un instante una cuadra atrás.

Tres, cuatro, cinco, millones.

Llegué al fin, aquí, donde buscaba salvación. Pero no era la salvación que necesitaba, era tan sólo un poco de droga escrita, un éxtasis que al usarse no tenía nada de éxtasis. Me había sentado aquí, a decir todo lo que tenía dentro, a huir pero sólo al mundo donde más me cobijaba. El que hoy por hoy es al que tengo abandonado.

Soy una mierda, me siento una mierda. Los dedos me tiemblan, aguanto una vez más llorar. Estoy devastado y siento que lo merezco.

Gabriel

jueves, 18 de junio de 2009

Epílogo

.
Ok, un poco más.

Iba a postear en fotolog, pero me dio paja editar alguna que otra foto.

Tengo tanto que decir, cotidianamente, pero la verdad es que cuando llega la hora de postear, de sentarme frente a la pc y dejar todo eso que me atormenta día a día, me atoro, me estanco entre la cabeza y los dedos... Nada sale, sólo pequeños fragmentos flotan en el aire, como si fuera un amnésico que apenas recuerda situaciones y nombres por sueños que tiene o flashes que sufre al ver ciertas imágenes diarias que coinciden con las de su vida olvidada...

Algo sí tengo amarrado a mi mente. Pienso que... hoy por hoy, me estoy atando el corazón, le estoy dejando que se muerda la lengua y que no espete sentimientos algunos por vos, si, por vos. He decidido que ya no te beneficies con el placer de mi labia, de mi propia habla y no por maldad, sino porque mi ego me ha gritado ayer anoche de que ya no tenía puerto cada vibración que produzco cuando abro la boca y hago temblar ciudades femeninas... Sos la primer mujer que me escucha con atención pero jamás se inmuta. No es que todo pase por eso pero sí, en gran parte me he cansado de abrir la boca para recibir sólo más ratos de silencios sin respuesta y cero reacción.

Por otra parte, he caído también en la cuenta de que ya no puedo ayudarte. Puedo estar, pero no ayudarte, lo que te sucede es algo que vos misma tenés que superar. Si bien ya no tenés ganas de salir adelante, a veces te gritaría en la cara para que reacciones y me vuelvas a pelear, porque siento que al menos tendrías alguna sensación mejor que la de estar en la nada, sin enojarte, sin amar, sin tener orgasmos, sin reír, sin llorar por amor al bien, sin divertirte, sin romper el mundo a gritos... etc pequeña... la más hermosa, perdón... te odio... dejémoslo en un te odio... Decía que no puedo ayudarte porque ya te ofrecí mi ayuda, con doble sentido si así lo preferís pero al fin, ayuda y no querés, no querés la ayuda de nadie, de absolutamente NADIE. O no sé, estás esperando que hagamos las cosas igual... ni idea, ya no quiero meterme en tu cabeza más, me pudre y además falto a la ley de que no se debe uno meter en la mente de una mujer. Puede observarla, tratar de comprenderla o al menos de saber llevarla, pero jamás de entenderla en su totalidad. En el fondo, el concepto de mujer es inexplicable. Triste y astuto a la vez.

Sin embargo, rompo mis promesas. Quiero ir ahora mismo y destronar toda esa soledad que tenés sobre la boca con el más Rey de mis besos. Es cuando te veo que dejo toda la frialdad e inexpresión atrás, no entiendo nada, puta madre, estoy enamorado y no quiero, sí quiero, no, no quiero, te odio, te amo, quiero que salgas del vacío, quiero que seas feliz, quiero lastimarte para que me odies también, quiero amarte una vez más sobre mi cama, quiero, te extraño, dejame, no me toques, quereme como soy, CREE EN VOS, mierda, MIERDAAAA!!!

Y todo eso.

Sabés, yo soy la solución. Pero claro, eso sólo se ve desde este lado.

Lo que más me enoja de vos, es tu silencio.

Volvé a pelearme, al menos tendremos emociones fuertes por un rato.

Siempre voy a decir algo y voy a hacer otra cosa, después de todo es porque me quiero alejar en éste desierto de la locura y no puedo, no puedo alejarme de vos.

No sufro, sabés, no sufro pero si me vuelvo más loco cada día.

Je, quiero a mi amor.

Gabriel

Tres, el número perfecto

.

Tres, el número perfecto

Es una pena que terminemos siempre mirando una foto y recordemos buenos momentos, que sólo nos quedemos en eso, que suspiremos después de unos segundos y nos lamentemos de que ya no sea así todo... tan bueno, tan unido, tan precioso, tan único...

¿A qué llegamos hoy? A nada, reducimos a cenizas todo lo bueno que representó. Nos volvimos el mismo triángulo de las bermudas para todos aquellos males que acechaban a nuestros alrededores. Por momentos recuerdo que fueron pocos los días, minutos, segundos, ideas o pensamientos apenas, pero fuertes como el roble, como el mármol que sólo Gaby sabe romper... xD Volviendo a lo serio, fue lo mejor que tuvo el año pasado, a mi entender lo mejor de todo, incluso que el de haber tenido el placer de amar a una de las personas del triángulo. Y aún a pesar de todo, llegamos a nada, nos quedamos con las manos vacías.

Una relación tripartita que parecía ser infranqueable. Incluso yo, pensaba que en mi relación con ella los únicos enemigos que podíamos tener éramos nosotros mismos y así fue, así fue como nos hicimos mierda. No pienso repartir culpas de manera precisa, hoy por hoy, el pasado está hecho para ser contado y ser verdad en la boca de quien se anima a enfrentarlo, cada uno le da el tinte que mejor parado lo deja. Y justamente a eso quiero llegar, a las razones por las cuales todo se desbandó... Repitiendo la decisión de no comentar en detalle, caímos en dudas, peleas, diferencias grandes, traiciones, descuidos, falta de comprensión. Como eje principal mi relación con ella, todo se afirmó sobre esa columna y fue generando más peso al cataclismo inminente. Todo se fue al cuerno y nos quedamos con las consecuencias.

Es increíble cómo algo tan maravilloso pudo arruinarse tan fácil...

Ahora estamos acá, viéndonos como podemos, seguimos viviendo, nos seguimos viendo, pero sin la magia de por medio. ¿A dónde fuimos a parar? ¿Cómo es que lo permitimos? A veces me pregunto porqué no decidimos dejar nuestros malos impulsos de lado y preferimos luchar por ésto, ¿por qué no? Yo me siento en gran parte culpable, sé que no merezco siquiera tener toda la culpa pero me siento así. Hoy por hoy me pregunto si aún es posible que se reparen ciertas cosas y luego, dudo demasiado, dudo demasiado porque las soluciones no dependen de mí, claro que... si me disculpan la soberbia... si fuera así lo solucionaría, pero, ahora que me detengo a pensarlo bien, los tres, en su propia posición, podría hacerlo...

Y me resulta ridículo terminar mirando ésta imagen que al principio indiqué como link, me resulta ridículo porque jamás creí más conveniente quedarme deprimido por algo que pertenece al pasado, porque de mi lado hay título de "hacedor de imposibles", porque nos volvemos cada vez más grandes, porque no quiero que toda la vida seamos títeres de dueños que se divierten con nuestros remiendos y movimientos torpes, porque me doy cuenta de que al final, recuerdos como éste, son sólo demonios en la mente de cada recordador que decide volver imaginariamente en el cansado pensar y dejarse atormentar por ellos.

Ya tomé dos decisiones y me falta una tercera. Nada volverá a ser lo mismo y sin embargo, los tres tenemos el poder de que vuelva a ser el triángulo un arma de bien. No me atrevo a soñar del todo, porque antes dije que no dependía solamente de mí pero... con toda timidez, como si alguien alguna vez pudiera leer mis pensamientos, apenas miro dentro de mis esperanzas y digo... tal vez, no sé... podría que... con algo de poder... ese poder que se merece de pureza, total pureza y convicción... no lo sé...

Algo dentro de mí aún cree pero... ¿en ustedes?

No voy a estar toda la vida lamentándome lo que perdí.

Gabriel

martes, 9 de junio de 2009

Muro de los lamentos

.
Y esta puta mierda que me tiene harto.

Je, lo oí por ahí, no textual pero cerca.

Ya ni sé qué hacer, simplemente estar. Incluso estoy cansado de que mi vida siempre tome giros bruscos, que termine en la vía, todo es lo mismo, toda amenaza de cambio es siempre la misma mierda pero disfrazada, pintada, maquillada o más envejecida. Ya desde entrada que me despierto y siempre encuentro todo desparramado, como si algún viejo estuvo juntando cacharros Laroca por la calle, lo peor que había para juntar... lo trajo a casa de mis abuelos y dejó que aprendieran a vivir solos. Pero, es que ciertas personas prefieren vivir a costa de los demás... de la sangre de los demás...

En general tengo todo para quejarme, de todos, nadie se salva. Hasta de mí. El punto es que me cansa poner el esfuerzo en cosas que al final sólo sirven para atorar más. Para aterrar más. Para arruinar más. Será que estoy mirando hacia el lado equivocado, a veces salto con palabras blasfemas y lastimo a quien dice ser lastimado, lo sé, a veces no me mido. Pero, tampoco soy Jesús, no traigo la salvación para todos. Soy una persona con muchas virtudes y muchos defectos, hago cosas que la mayoría de los hombres no hace o mejor dicho, no se preocupa. Tengo millones de problemas pero billones de soluciones, no tengo mansión y menos promesas, tengo la actitud de conseguir lo que quiera cuando quiera pero...

A veces... me pregunto porqué no me voy a la mierda de una buena vez.

¿Porqué no me dejan?

Porque me siento un inútil o simplemente me equivoco de camino, tergiverso las cosas. Pero... (...) qué cansado me tiene todo ésto, estoy para cosas buenas, no para solamente cargar una cruz.

Porque estoy cansado. Nadie quiere levantarse. El único que sonríe en la fiesta soy yo. El único que saca 29 personalidades y divierte al mundo soy yo. Estoy cansado de hacer malabares y no recibir moneda alguna. Tengo mis puntos débiles. Tengo mi ego. Tengo mi esperanza, mi sueño, mi mundo de color. No todo es mierda en ésta puta sociedad, también hay cosas buenas, no me la paso todo el día tirándole mierda a todo el mundo o deprimiéndome porque no encuentro salidas. Mi mundo está dado vuelta completamente y sin embargo, sigo insistiendo con las pequeñas cosas. No espero que me las traigan. Avanzo, quejándome, pero avanzo y abro la boca para volver los nombres un instante abstracto, porque cada bocanada que pronuncio con un poco más de fuerza es para ser criticada de maldad. No quiero eso, quiero abofetear a quien no quiere sonreír, quiero como consuelo (si más no me queda) abrir los ojos de una más e irme lejos, donde me pueda agradecer a través de una carta, adornada con perfume de lágrimas y sabor a distanciamiento.

A veces... quiero cambiar al mundo. A veces, quiero que el mundo se pudra en su propia tristeza. Porque mi vida no merece el hundimiento de quien no quiere aprender a vivir.

Pero son ratos, obvio, son ratos.

Ratos que nos hacen infelices a todos los que nos preocupamos de más.

Gabriel

jueves, 4 de junio de 2009

Y bueh, si hay que decirlo...

.
A veces... siento que soy un desastre, últimamente siento que lo soy. No puedo conmigo mismo, pero... estaba bien, levantando ánimos, con el espíritu al mango, con ganas de salir adelante y por mí mismo, por nadie más. Pero me caí, cometí un par de estupideces que no fueron tampoco LA MUERTE pero bueh... condenables... a veces... por algunos...

No pasa nada, en realidad, con eso, no me molesta. Pero suma. O sea, me doy cuenta de que no estoy en mis cabales y estoy tirando a la basura una forma de ser excepcional, por unos simples caprichos o deseos que no se me cumplen. Hay amor... claro que lo hay... pero no me estoy comportando como un adulto y le dedico tiempo, simplemente me quedo cerca y espero, mientras hago mi vida y hallo nuevas oportunidades.

Creo que... en el fondo, eso es lo único que me define el carácter hoy en día.

Y que mal... porque no debería ser así. Entrar y salir, tomar algo de ejemplo del mundo cotidiano... No enroscarse mucho, darle tiempo a las situaciones y a los amores, que si valen la pena para volver, volverán y sino, es porque hay alguien más. Soy un desastre, pero porque me arruino la vida siendo un pendejo impaciente.

Si acaso, por las buenas consigo más.

Digo, de paso, que me di cuenta de que no solamente soy yo el que no sabe controlarse, sino que mi entorno tampoco sabe llevarme.

Me voy a comer varios años de condena por este último comentario.

Gabriel

miércoles, 3 de junio de 2009

Faltando el aire

.
La verdad es que tenía quinientas cosas para decir pero... para qué... si lo único que hice éstos últimos días fue lamentarme y ya estoy harto.

Estoy enfermo de mí mismo y es por eso que quiero irme lejos, para dejar a los que les importo con una carga menos y yo, tal vez, superar el desastre que estoy haciendo o al menos, conseguir algo de paz.

Porque así, no quiero estar más.

No puedo esperar que me ayuden y a su vez, no lo quiero.

Gabriel

miércoles, 27 de mayo de 2009

Monstruo

.
Hoy me desperté mal. Como lo venía haciendo cada vez que tenía una despedida. Una de esas despedidas. Las peores. Me levanté y el mundo pesaba demasiado, no podía ver con claridad a mi alrededor, había neblina y de la conocida... Claro que conocía esa neblina...

Necesitaba direcciones. Pero ya no estabas ahí para dármelas. Había pecado de buen entendedor y se me había dado vuelta todo, las últimas noticias anunciaron el desastre y así quedamos, o así quedé yo. Vos tranquila, haciéndote un bien yo. Fue como si cargara con todos los males que sufrimos sobre mis espaldas, cuando salí de allí, de tu casa, del rincón del mismo mundo. Y ahora... enfermé del peor de los males. El de la realidad, la cruda y estúpida realidad.

Me siento vacío. No sé a dónde disparar. No sé qué sentido ahora tienen las cosas. Si acaso hacer todo bien no sirve, de repente solo hago daño con mis acciones y no alcanza para reparar. Vos misma dijiste que los errores son humanos y vamos... ¿que no merezco una oportunidad? ¿Que no puedo ser perdonado o más preciso aún, que no puedo hacer valer lo bueno?

Lo que me jode es la impotencia. Impotencia porque no tenés la culpa. Me enoja saber que no querés todo lo bueno que tengo para dar pero no lo suficiente como para odiarte. Ya no más de eso. Hoy es mi día depresivo, hoy doy vuelta todo y me enojo con el mundo, porque no puedo estar con quien quiero, vos, no puedo reparar cada error que cometí, no puedo hacerme valer como Gabriel, supongo que... ya no pesa tanto un Gabriel, ¿no?

¿Sabés qué? En éste mismo momento quisiera estar con una mujer que me soporte, que me entienda, que sepa recibir lo bueno y lo malo, que me tenga la paciencia que otras no tienen, que sepa reaccionar cuando estoy deprimido y hasta cuando cometa errores. Quiero dejar de rebotar en esta vida que parece un juego, un juego de histeriqueos que duran un rato nomás. Quiero dejar de levantarme así, no quiero más, NO QUIERO MÁS DE ESTO!!! Estoy harto, yo estoy para cosas mejores, yo sé perdonar, yo sé soportar el peso del pasado, yo actúo por dos, soy bueno, tengo mi lado malo pero lo bueno es mejor, necesito una mujer que me quiera como yo la quiero, que se aprenda a superar lo que uno se equivocó en el pasado...

Estoy cansado, muy cansado. Estaba haciendo las cosas bien, estaba levantando cabeza. Todo por mí, si si si... pero cansado, porque no puedo remediar lo que ya hice. Me siento una mierda, la peor mierda, mi ego se fue por el piso, no valgo lo que pensé, el polvo de mi propio ser vale más que yo. Me dejaste la autoestima en su más profunda desesperación.

Pero vos no tenés la culpa. La culpa la tengo yo.

Y claro, hay alguien que puede tener su oportunidad. Una persona a la que hice mierda, la hice re mierda, pero no por venganza ni por falta de amor. Porque fui un estúpido, no se lo merecía, me reía a veces ver cómo celaba y hacía caso omiso al verla mal porque saber que yo te amaba a vos. Pero acá estamos y probablemente me diga que no, pero sé que se merece su oportunidad. Justamente porque lo intenté. Porque ahora tengo que hacerlo. Sí doy segundas oportunidades.

Sí las doy.

Gabriel

domingo, 17 de mayo de 2009

Al Pasar...

.
Este espíritu inquieto quiere hacer de todo y no encuentro manera de calmarlo...

¡Tranqui che! ¡Que nos queda vida por probar!

Gabriel

miércoles, 25 de marzo de 2009

Down With The Sickness

.
Pero... todo lo contrario camarada. Estoy por empezar la facultad (mañana más precisamente), me quedo con menos peso a la hora de vivir, basta de discusiones y desaprobaciones, no más histeriqueos y forreos, basta de odiar y querer, basta de todo un poco, hasta de buscar y no ser buscado. Emm... pará, ésto se torna novelezco, ¿estoy seguro de lo que digo?

Más que nunca. Y más que nunca porque me cansé de sentirme inseguro de mí mismo. Voy a compartir con ustedes un pensamiento:

Primero, soy una persona que nació para vivir en compañía. Segundo, con el tiempo aprendí a amar de una manera diferente a mi pareja, me volví poco egoísta (antes lo era y mucho) y me dediqué a llenar la vida de quien tenía al lado de la manera más brillante. Un problema grande resultó ser el dinero, karma en los últimos años para quien escribe. Pero siempre logré hacer mella en quien apreciaba, de una manera adictiva tal vez... y no precisamente por una cuestión física solamente, también sentimental. En fin... nunca llegué a creérmelo hasta que comencé a observar los resultados y me sorprendí... por suerte no me la creí hasta el punto que alcanza mi ego, que es grande, pero al menos me sentí cómodo conmigo mismo, satisfecho de haber aprendido a vivir en pareja por mis propios medios, sin el ejemplo siquiera de un padre que me supiera dar los consejos más básicos para un adolescente. Claro, ahora decimos que eso es la experiencia pero bueh... siento que solo fue más logro que otra cosa.

Jeje, en éste punto me aburrí de hablar.

¿Cuál es el punto sobre lo anterior?

O mejor dicho, cuál es el punto malo. Soy complicado, tengo una lengua que lastima más que mis propias manos. Aún así, he sido lastimado de maneras peores y me han acusado de malsano. No entiendo. No entiendo qué tengo que hacer a veces para que me quieran, solamente eso, que me quieran, ¿tan difícil es? Supongo que sí, sino no tendríamos tantas separaciones en éste mundo, tantas pruebas antes de llegar a la definitiva pareja, ¿no? Saben, creo fehacientemente que es peor no ser querido que perdonado, puedo vivir toda la vida castigado en una celda y desangrándome, sintiendo el peor de los dolores pero sabiendo que me quieren. Como cuando uno no quiere ser olvidado... dicen que ser olvidado es peor que la muerte. Yo creo eso, pero más piel se me hace cuando termino una relación, cuando pesa más lo malo que lo bueno, cuando es mejor ser complicado que amar en simplicidad.

Estupideces, lo sé. No tengo parámetros, me sobra el tiempo nomás.

Pero es que... yo ya estoy agotado y de alguna manera, tengo que expresarlo.

¿Cómo explicarlo? Tengo una mezcla de todo un poco en mi interior. Pero más que nada, odio. Odio por hacerme querer sin ser valorado. Odio por ser llamado yo egoísta y ser mezquinado de cariño. Odio por ser tratado con frialdad cuando lo único que trasmito es calidez. Odio por enamorarme de la más bella y a su vez, de la más monstruosa y conplicada personalidad... Vaya contraste, ¿no? Enamorado, quisiera que no... no... claro que no quiero eso, más bien que su forma de ser cambie, claro... sólo eso. Alguna vez queremos no estar enamorados de cierta persona pero la verdad es que no es así, quisiéramos antes que nada que la persona fuera diferente, que nos permita así estar juntos. Y es que quisiera ser Dios ahora mismo, reordenar sus pensamientos ajenos y darle una palmada en la espalda, para que ande camino como deba andar, con la cabeza limpia y el corazón a punto. Saben... no me creo mala persona, las actitudes que me fueron remarcadas señalaron que así podría ser pero... si fuera mala persona no estaría pensando en qué hacer, todo el tiempo, de la manera más simple, sonriendo como un estúpido y sin usar una careta, queriendo de una manera tonta y estúpida pero al fin queriendo... ¿por qué? ¿Por qué tengo que quererla así? ¿Por qué quererla así no es suficiente?

Mierda...

Y ahora es cuando desvarío. Estoy en uno de esos pensamientos surrealistas en los que los ojos abiertos son sólo una manera de estorbar los recuerdos presentes. Y claro que sí, pienso lo que quiero, corrijo, pienso lo que pienso, lo que creo, lo que deduzco, lo que la experiencia repite una y otra vez como vivencia, ¿acaso se olvidan? Tengo cara de pendejo pero no lo soy, ¿tengo que decirlo? Viví más de lo que aparento y mucho de eso lo ignoran, nunca saben a ciencia cierta qué esqueletos tengo en el placard... sí sí... claro, que tengo cara de bueno...

Si si, ya sé, que se muriera, lo sé...

... y es que dicen que amás y odiás en la misma medida.

Ojalá fuera de las personas que sólo aman.

Me canso. Y ahora mismo haré todo lo que me prohibí hacer. Porque de bueno me tomaron de estúpido. Ahora di yo y recibí más dudas. Creo que... merezco a alguien mejor (sí que duele leerlo, ¿no?), mejor porque tenga ideas más claras y decididas. Saben... el sentimiento no merece el beneficio de la duda, el sentimiento siempre movió montañas, así lo creo y así lo creeré por el resto de mis días. Puede que no sepamos cómo expresarlos, a veces, pero no las veinticuatro horas, no tanto, alguna que otra vez vas a necesitar correr hasta sus brazos y vas a necesitar aferrarlo fuerte a vos, sin que te lo pida siquiera, vas a cruzar los mares y lo que se interponga en el camino. Ese es el tipo de amor que yo conozco. Sí, conozco, lo viví y lo sigo viviendo. Y lo seguiré buscando, porque yo soy así y así es como llego a ser feliz. Hoy por hoy me siento desdichado, ya no tan infeliz, eso es porque me encontré a mí mismo en medio de la miseria y no me importa, porque... no necesito buscar ayuda ajena para reordenar mi cabeza. Mañana mismo voy a volver a herir verbalmente a una persona por seguir un estúpido duelo de egos y aún así, sé que voy a tener al lado a una persona que va a entender que soy uno de esos estúpidos pero con otras tantas cantidades de buenas cosas que puedan repararlo o incluso... pesen más que la felicidad.

Creo que... sólo agregaría que no creo que sea justo ser basureado. No creo ser una de esas personas. Creo que existen peores cosas, como la infidelidad, por ejemplo. O el abuso físico. Tantas otras peores. No lo sé... estoy confundido, pero mejor la distancia para retomar el camino.

Saben, en las mejores circunstancias puedo bancarme lo imposible.

Pero así... no.

Así que mejor como todo resultó, entre gritos y alejamientos. Después de todo, tenerla indecisa no le hacía bien a nadie.

Shhhh... no despierten al que aún la quiere...

Vaya desvarío.

Gabriel

viernes, 20 de marzo de 2009

...

.
I can't...

... I just can't...

Gabriel

lunes, 16 de febrero de 2009

Magia

.
Cómo me cuesta a esta altura de la noche pensar...

Magia. Palabra famosa por éstos días. La verdad es que siento que la magia también falta en mi vida (reminiscencia a lady-art.blogspot.com), el combustible necesario para llevar a cabo tantos sueños y hacer funcionar tantas virtudes escasea como nunca antes (que cursi...), falta... mucho... todo hoy en día se traduce a tomar decisiones importantes y honestas... magia nada, nada que me permita sonreír con facilidad.

Magia...

¿Por qué necesito magia?

Porque quiero justificar el estar enamorado. Porque hace que valga la pena hasta el huequito más insignificante. Porque vuelve invisible ese maldito grano de arena. Porque no importa lo densa que sea la neblina, es superable con sólo creer que basta con amar. Porque... no necesito más que eso para perderme lo que las demás mujeres me ofrecen si tengo una gigante a mi lado. Porque puedo perdonar... porque puedo demostrar que vale la pena ser yo perdonado. Porque me ayuda a ser aceptado con defectos, porque el beso es mucho más que eso, porque no le tengo miedo a lo que me depare mañana, si tengo a esa persona a mi lado cuando despierte hoy...

Estar enamorado no implica sentir la magia, no alcanza solamente con eso. Pero cuenta, vamos... ¿desde cuándo ése tipo de terminos valen tan poco? Como decir "te extraño", siento que no tiene peso hoy en día y me termino preguntando porqué es posible... "Te extraño", "Te amo", "Paciencia", "Mi amor", "Me muero por besarte" y tantas otras cursilerías que no deben tomarse a la ligera y si bien sirven para demostrar que puedo hacer la diferencia (agarrarme de ése argumento hoy me tiene el ánimo por el piso), es lo que tanto nos unió entre hombres y mujeres durante toda la historia de la humanidad...

Romanticismo... magia... damn it!

Me costó años de sangre, sudor y lágrimas llegar a ser quien soy. Tomé muchas malas costumbres y forjé defectos horribles, pero me cuesta mucho cambiarlos... no quiero perderme de lo bueno que tengo, no quiero dejar de hacer la diferencia, no sé... soy un estúpido por seguir cometiendo errores de pendejo, hasta yo me odio y quiero dejarme solo... pero... mierda... quiero parar con todo esto y volver a sentirme feliz. Quiero una sola mujer en mi vida, que me inspire originalidad, cierta dependencia, seguridad, amor, conclusión a las consecuencias, fascinación... felicidad... AAAHHHHHH, ¿cómo hago?

Sé que soy un hombre incompleto, pero son cosas que el tiempo y la experiencia pueden hacerme madurar. Necesito dejar de ir a los tropezones y quitándole la felicidad a cada mujer que se enamora de mí.

Quisiera no haber divagado tanto.

Puf... me desanimé...

Gabriel

lunes, 9 de febrero de 2009

Pasado, presente y futuro

.
El primer aroma del ayer

¿Cuánto tiempo podré atar el pasado al nombre de "futuro"? Porque me afecta al vivir después, cada memoria, cada error que cometí, cada abandono que sufrí, cada poesía que quedó guardada en un cuaderno pero olvidada por quien la inspiró. Todo fue lo más hermoso al comienzo, la magia se hizo notar de a pincelazos, escasos pero intensos, esencial e invisible a los ojos... Fue como un sueño vivir contigo, un sueño del que acabo de despertar y sólo tengo el llanto que soñé casi al final, el final que desató la inmadurez... ¿cómo pude perderte? ¿Cómo pudiste perderme? El pasado sólo eso es, un llanto del que nos podemos aferrar pero que nunca será más que un consuelo mental porque acaso... acaso nunca nos volvamos a tocar...

El cataclismo en el hoy

La falta de comprensión, el negativismo, la repulsión de las virtudes enfrentadas. El mundo sólo apesta a convertirse en un enemigo, YO soy el mundo y sólo estorbo en tu camino. ¿Cómo alguien puede amar y no querer tener ese amor cerca? Ya no entiendo, quiero morir... los días se amontonan sobre mis hombros, río de la manera más histérica, mis sonrisas lloran hasta el más sensible chiste negro, nunca pensé que me ibas a doler tanto, nunca pensé que iba a dejar de entenderte, ¿qué es ésto que duele por dentro? ¿Por qué duele tanto cuando estás conmigo? Ayer no dolía, ayer eras un fracaso más, un recuerdo certero, pero hoy dolés, dolés como una herida de muerte misma y sin saber cómo supurar lo que la infecta, me quedaré al sol, formando una cicatriz y secándome las pupilas...

La desolación del mañana

Me alzaré una vez más, en el nuevo amanecer, sólo para perder la respiración al ver que nunca te afecté con mis palabras. Tal vez debí besarte, tal vez debí amarte en alma y cuerpo, tal vez esperabas que rompiera esa barrera de silencio que nos separaba la respiración. Me lamentaré por haberme desprendido de tu vientre, por haberme olvidado de quererte, aunque fuera un instante, irrascible y fatal, colado desde el espacio tiempo de los amores perdidos, exiliados, desterrados de toda felicidad. Mañana me alzaré una vez más y un cuerpo caliente ocupará tu lugar, tendrá el rostro de la nada y de a ratos, de mujer; me alzaré una vez más sobre ella y le haré el amor, el que nunca te llegué a hacer a vos, el minuto después de la desolación, el segundo después de la redención, porque no viviré toda la vida llorando por vos, pero sí un poco más seguro vistiéndome la piel común de cada escritor...

Vida de mierda, mujeres de mierda, no puedo cometer un sólo error con ellas, que ya me dejan sólo y con toda ésta parafernalia que al final, a nadie le sirve.

Gabriel

miércoles, 4 de febrero de 2009

Rush

.
Me toca asumir las consecuencias y bien cierto es que jamás pensé en sobrellevar el papel del que aprende la lección...

Me sale tan mal.

No sabés las ganas de hacer las cosas bien.

Gabriel

jueves, 8 de enero de 2009

Egostealer

.
No es tan grave como parece, ¿no? Después de todo no estaremos toda la vida solos, podremos lidiar con un puñado de opuestos que nos prometen a futuro hacernos felices. No vamos a morir mañana. No, claro que no. Respiremos hoy. Solamente pensemos en que los días se harán largos y que cada instante en el que no ocupemos la cabeza con boludeces será interminable.

Tengo tantas cosas para decirte. Hace días que tengo un nudo en la garganta, mucho antes de que me contaras eso. Sentirme hoy reemplazable es parte de la gran bola y sabés, puede que me dejes pensar lo que quiera, acaso vos ya cubriste tu hueco (o te lo callás) y yo... por no saber cómo pedirte ayuda, le muerdo la lengua al corazón hasta el día de hoy y probablemente para siempre. Claro, sufro hoy, mejor dejemos que la imagen de vuelva difusa y todo se confunda. Que se vaya todo a la mierda y que nos veamos el día de mañana de la mano de otros. Hoy no sirve. Hoy nos equivocamos y nos negamos a lo que realmente queremos, nos ponemos a pensar en lo que no vamos a lograr en vez de lo que sí somos capaces. Vos opinás por mí, yo opino por vos, somos una mierda de gente a la hora de materializar la magia. Pero... si yo no puedo conmigo mismo y menos con una relación... ¿dónde está tu amor? ¿Qué acaso yo no te dejé del todo? ¿Qué dejé de escribirte? ¿Qué me fui? Jamás me fui... vos misma lo dijiste...

En cambio, jamás te vi volver.

Me tomé quince minutos para seguir escribiendo. Pensé... en lo que soy capaz. Que soy capaz de volver a hacerte feliz, que vos decís que hoy no y yo te digo que nada es imposible. Que tres veces te lo demostré, que te di vuelta sobre una forma desinteresada, porque yo quería estar con vos pero a cambio sólo te pedí compañía. Hoy por hoy me creo capaz de lo que sea, puede que mi vida siga patas para arriba pero vos no sos ningún nudo imposible de desatar. No obstante, tengo mis sentimientos de bronca, de ira, de desarraigo, todo hacia vos, porque preferís pensar las cosas diez veces antes, preferís esperar a que el otro "tome la iniciativa", porque tal vez esperaste aquella última vez en la parada que yo te pidiera de volver, con palabras sinceras y fuertes saliendo de mi boca, con palabras que te dotaran de confianza propia. Pero como no lo hice... preferí respetar el desorden que teníamos...

... te pensás que no quería besarte y repetirte cien veces más que aún te amaba y que cuán estúpido había sido por no haber tenido mejor idea de parar tanto sufrir que la de dejarte...

Hipócrita sos. Pero más hipócrita soy yo y es por eso que no tengo derecho a seguir diciéndolo. Vos sabrás porqué. Tu paranoia lo sabe mejor que vos incluso. Me hundiré en el infierno, probablemente, pero sabés, no soy más que una consecuencia de quien escapa hasta a la persona que más quiere porque justamente la que más lo quiere es la que más le hace daño...

Huir.

Huir.

Y huir.

Siempre te pedí ayuda con mis blasfemias y jamás las entendiste.

Te odio sabés.

Y es mejor así.

Gabriel