jueves, 18 de junio de 2009

Epílogo

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Ok, un poco más.

Iba a postear en fotolog, pero me dio paja editar alguna que otra foto.

Tengo tanto que decir, cotidianamente, pero la verdad es que cuando llega la hora de postear, de sentarme frente a la pc y dejar todo eso que me atormenta día a día, me atoro, me estanco entre la cabeza y los dedos... Nada sale, sólo pequeños fragmentos flotan en el aire, como si fuera un amnésico que apenas recuerda situaciones y nombres por sueños que tiene o flashes que sufre al ver ciertas imágenes diarias que coinciden con las de su vida olvidada...

Algo sí tengo amarrado a mi mente. Pienso que... hoy por hoy, me estoy atando el corazón, le estoy dejando que se muerda la lengua y que no espete sentimientos algunos por vos, si, por vos. He decidido que ya no te beneficies con el placer de mi labia, de mi propia habla y no por maldad, sino porque mi ego me ha gritado ayer anoche de que ya no tenía puerto cada vibración que produzco cuando abro la boca y hago temblar ciudades femeninas... Sos la primer mujer que me escucha con atención pero jamás se inmuta. No es que todo pase por eso pero sí, en gran parte me he cansado de abrir la boca para recibir sólo más ratos de silencios sin respuesta y cero reacción.

Por otra parte, he caído también en la cuenta de que ya no puedo ayudarte. Puedo estar, pero no ayudarte, lo que te sucede es algo que vos misma tenés que superar. Si bien ya no tenés ganas de salir adelante, a veces te gritaría en la cara para que reacciones y me vuelvas a pelear, porque siento que al menos tendrías alguna sensación mejor que la de estar en la nada, sin enojarte, sin amar, sin tener orgasmos, sin reír, sin llorar por amor al bien, sin divertirte, sin romper el mundo a gritos... etc pequeña... la más hermosa, perdón... te odio... dejémoslo en un te odio... Decía que no puedo ayudarte porque ya te ofrecí mi ayuda, con doble sentido si así lo preferís pero al fin, ayuda y no querés, no querés la ayuda de nadie, de absolutamente NADIE. O no sé, estás esperando que hagamos las cosas igual... ni idea, ya no quiero meterme en tu cabeza más, me pudre y además falto a la ley de que no se debe uno meter en la mente de una mujer. Puede observarla, tratar de comprenderla o al menos de saber llevarla, pero jamás de entenderla en su totalidad. En el fondo, el concepto de mujer es inexplicable. Triste y astuto a la vez.

Sin embargo, rompo mis promesas. Quiero ir ahora mismo y destronar toda esa soledad que tenés sobre la boca con el más Rey de mis besos. Es cuando te veo que dejo toda la frialdad e inexpresión atrás, no entiendo nada, puta madre, estoy enamorado y no quiero, sí quiero, no, no quiero, te odio, te amo, quiero que salgas del vacío, quiero que seas feliz, quiero lastimarte para que me odies también, quiero amarte una vez más sobre mi cama, quiero, te extraño, dejame, no me toques, quereme como soy, CREE EN VOS, mierda, MIERDAAAA!!!

Y todo eso.

Sabés, yo soy la solución. Pero claro, eso sólo se ve desde este lado.

Lo que más me enoja de vos, es tu silencio.

Volvé a pelearme, al menos tendremos emociones fuertes por un rato.

Siempre voy a decir algo y voy a hacer otra cosa, después de todo es porque me quiero alejar en éste desierto de la locura y no puedo, no puedo alejarme de vos.

No sufro, sabés, no sufro pero si me vuelvo más loco cada día.

Je, quiero a mi amor.

Gabriel

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