viernes, 30 de septiembre de 2011

Un poco más de ridícula imaginación

.
Hablando de gente imaginaria, llevo unos días pensando en el cansancio o en la falta de creencia que llevo dentro de mí hace tiempo ya. Fue así como hoy evoqué varios rostros femeninos y les hablé, les dije cosas gabrielianas, bien de mí. Si me preguntan, recuerdo poco, la mente ésta tiene buenas ideas pero ahora una nueva memoria a corto plazo sobre sucesos sin importancia (aclaremos: sucesos importantes son los que realmente vivo y no los que imagino).

Fuera de la culpa y toda esa mierda humana, les dije que con cada fracaso había perdido credibilidad en el amor, que hasta mi última relación con Mariana, con quien sufrí el golpe de gracia (metafóricamente, sin culpas dije, recuerdan) y ahora, casi que no quiero intentar algo nuevo con quien fuere. "Casi", porque mis emociones aún piden la explotación de los mejores recursos que más de una vez hizo feliz a una mujer (y que falsamente tildé de "fantásiosos" o "superficiales, sin profundidad")... eso, mis emociones piden atención y algo llega a mi cabeza pero eso es todo, fíjense que aún sigo encerrado y lejos de todo, son las ganas, miren, no quiero amor nuevo, mi cabeza no quiere amor nuevo, quiere que se vayan bien a la mierda, excepto Fer, claro, compañera de desamor.

Pero ustedes... ustedes sí que lograron hacerme la vida distinta, no importando lo inmaduras que fueron, sí que me hicieron ver costados de la vida que valieron la pena sufrir. Y mirando las buenas cosas, las extraordinarias también, sufro repentinamente de melancolía y depresión, ya que la "repetición" no es algo que pueda superar con tal facilidad. Ustedes fueron muchas (según mi tolerancia y criterio) y cada una en particular dejó una marca sonriente dentro de mí, incluso si las uniera... probablemente formarían un ser a imagen y semejanza gabrieliano pero... nunca quise que fueran tantas, sólo una. Ahora mismo quisiera que éste envase humano fuera solamente para las buenas cosas y la mente fría, calculadora, sugerida únicamente por amor fuera quien mandara en los malos ratos. Quisiera que el "prueba y error" no existiera, que fuéramos todos sabios, porque mi cabeza va más allá de lo que vivo ahora mismo, es una suerte de vidente inútil y aún así, no soporta haber vivido tantos amores,de distintas culturas y madurez.

Las extraño, saben. Pero sé que no les gusta lo que ven ahora mismo de mí. Un llorón. Un Laroca finalmente, quien no cree en salir solo de ésto, ya que dentro del mundo no vivo solo, sino con un montón de personas que respiran y sienten igual que yo. Y de las cuales, unas pocas saben de mí...

Ah... cierto que el amor se pasa, también...

... había olvidado eso.

G

No hay comentarios: