martes, 24 de mayo de 2016

Estrofa (un sueño)

Es campo abierto pero con habitaciones modernas. A medida que avanzo por ese pasillo con vista al cielo nublado, voy abriendo puertas, como si en un consultorio me enconstrase y viendo rarezas tras ellas, no doctores, situaciones que no encajan en un pasillo a cielo abierto y en medio del campo. En una veo al ladrón alquilando un cuarto de lujo, en otra a tres hombres mirando fútbol y en la tercera, dos hombres cazan tiburones subidos en un bote y alimentándolos con otros con su misma raza.

Y luego está esa sensación... una sensación de familiaridad, que me envuelve en una felicidad momentánea pero inmaterial.

- Me voy.- le digo, sin mirarla llegar a mi lado.

- ¿Por qué? Tenemos de todo para que te quedes.

- Porque Ale está distraído y vos también lo estás. Además, querés que le guste a él y él a mí, como actual y ex, respectivamente. Porque él tiene su oído pegado a la pared (no sé qué quiere oír). Te veo comer caramelos mientras contás, como siempre, tu rutina de pareja y sus costumbres compartidas, ignorando que poseo un músculo sentimental, queriendo que esté aquí pero no al corazón, ni a la cursilería que tanto te gustaba, ni a la poesía que aún escribo (aunque no lo creas) pero no existe si ya no estás para leerla.

Ella contesta algo y a la vez no, su expresión se torna confusa y encaja mejor en su manera de ser. Poco importa la respuesta. La miro e imagino ciento cincuenta mil palabras salidas de su boca y ningún beso, aunque sean todas nacidas de mi mente y no de la suya.

Continúo mirándola un rato más, evitando una respuesta inadecuada y elijo la mejor de todas.

- Porque me aburro.

G

No hay comentarios: