sábado, 21 de mayo de 2011

El 4to Poder

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Las palabras de aliento ajenas te llegan en escasos momentos, más para mí, siendo una persona que ha alejado el 50% de sus interrelaciones sociales por malas decisiones y el otro 50% porque no me servían. Incluso hoy, puede que tenga un par de cuerdas pero no cuentan, forman parte de la conexión mundana que éste vessel necesita.

Pero decía, el aliento ajeno, que una persona ajena a vos te diga en cualquier aspecto que sos capaz de lograrlo... sirve y mucho. La voz en mi cabeza dice muchas cosas y entre esas muchas está convencida de que puede lograr lo que se proponga (no hay dudas sobre ello) pero también tiene sus días tremendos (no feos, tremendos) y todo resulta apocalíptico. Un bajón tirado de los pelos... al menos hasta que arriva ése alguien (en éste caso fue Norberto) y suelta la bondadosa frase que te llena la autoestima hasta la línea de satisfacción. Y entonces ya no te sentís tan mal.

Hablando liviano, mi padrastro me dijo que de los cuatro Laroca, soy el más capacitado para sobrellevar situaciones adversas y que me ve fuera de todo éste atascamiento. Es algo que sé, que muy bien sé y que probablemente haga que otros piensen "pero si yo se lo dije". Recuerdo a la mayoría diciendo "ya vas a salir adelante" y probablemente con la misma intención que mi viejo pero, las palabras fueron diferentes y sonaron diferentes en mi cabeza. Sé que no conformo a los demás e incluso, no les ofrezco lo mejor de mí (me he vuelto ermitaño y egoísta, de pronto dejé de interesarme por la gente, o sea, reciprocidad), pero tengo asumido que ésta situación se generó a consecuencia de fallos ajenos, mi hastío llegó a su tope.

De lo que vino después, asumo toda la culpa.

Y hoy... hoy me encuentro escuchando las primeras palabras de aliento que SI llenan mi autoestima y me confortan, escribiendo "perdón" para los que se ofendan (ya no soy tan bueno). Tengo instantes en los que miro hacia atrás y aún no me creo dentro de la etapa más atascada de mi vida. Yo... me crié solo en muchos aspectos, laburé un montón (más para mi familia que para mi), aprendí grandes verdades sólo observando, conseguí un par de logros menores con poca ayuda, no sé... creo que me volví autosuficiente y un pequeño luchador pero aún así, caí en la tentación, en la duda, en la falta de decisión. Completamente parado quedé.

Espero (espero, nunca creí en el uso de ésta palabra) que no tarde el efecto positivo, porque no quiero que mi cabeza archive las palabras que mi padrastro dijo con toda sinceridad.

Digo... ahora pienso y me doy cuenta de que no puedo generalizar sobre las cosas buenas (a la gente).

Y odio no poder hacerlo.

G

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