martes, 24 de mayo de 2016

Estrofa (un sueño)

Es campo abierto pero con habitaciones modernas. A medida que avanzo por ese pasillo con vista al cielo nublado, voy abriendo puertas, como si en un consultorio me enconstrase y viendo rarezas tras ellas, no doctores, situaciones que no encajan en un pasillo a cielo abierto y en medio del campo. En una veo al ladrón alquilando un cuarto de lujo, en otra a tres hombres mirando fútbol y en la tercera, dos hombres cazan tiburones subidos en un bote y alimentándolos con otros con su misma raza.

Y luego está esa sensación... una sensación de familiaridad, que me envuelve en una felicidad momentánea pero inmaterial.

- Me voy.- le digo, sin mirarla llegar a mi lado.

- ¿Por qué? Tenemos de todo para que te quedes.

- Porque Ale está distraído y vos también lo estás. Además, querés que le guste a él y él a mí, como actual y ex, respectivamente. Porque él tiene su oído pegado a la pared (no sé qué quiere oír). Te veo comer caramelos mientras contás, como siempre, tu rutina de pareja y sus costumbres compartidas, ignorando que poseo un músculo sentimental, queriendo que esté aquí pero no al corazón, ni a la cursilería que tanto te gustaba, ni a la poesía que aún escribo (aunque no lo creas) pero no existe si ya no estás para leerla.

Ella contesta algo y a la vez no, su expresión se torna confusa y encaja mejor en su manera de ser. Poco importa la respuesta. La miro e imagino ciento cincuenta mil palabras salidas de su boca y ningún beso, aunque sean todas nacidas de mi mente y no de la suya.

Continúo mirándola un rato más, evitando una respuesta inadecuada y elijo la mejor de todas.

- Porque me aburro.

G

domingo, 22 de mayo de 2016

Un día al final de la vida

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Tenía buen sueldo, pocas horas y estabilidad laboral. Pero tuve que renunciar, porque me faltaba lo demás. Siempre me sucede lo mismo, tengo una cosa y me falta el resto, aunque se que pocos consiguen "casi" todo, a la vez, donde la palabra "utopía" cobra fuerza y le damos de comer a Hollywood, mirando tantas películas idealistas y mentirosas.

Llevaba más de tres años con estabilidad laboral, no en una posición privilegiada pero sí cómoda y estimable. Pero me alienaba del resto, pienso que concentrarme en deshacer la vagancia que los demás crean en mí o en destruir la soledad ciclotímica del alma que poseo se torna en mi blanco y en mi negro, respectivamente. No hago otra cosa que conformar a mi persona o conformar a los demás, con ahínco, con todas las ganas, sinceridad o lealtad que posea. Por eso es que no llego a conformar a la mayoría o a mí mismo, porque lo que hago en bien de una parte es perjudicial para la otra y no me encuentro en un momento donde puedo ver el centro de todo. Es más, creo que solamente voy hacia un lado o hacia el otro, no sobre la línea.

Estoy descalzo, con los pies sobre el suelo y helados. But there is a void, inside me, bueno, eso fue muy emo... cional, I mean, quiero decir... cada tanto llega el balance y uno anhela lo que le perjudica porque no lo posee pero quiere. No es que esté mal, sólo que hacía tiempo la negatividad no se complotaba en mi contra, junto a la ciclotimia y a la realidad. El gatillo fue mi padrastro, que no sabe de tener hijastros y crea comentarios hirientes sobre mi edad y mi falta de realización económica, acertados tal vez aunque carentes de tacto. Luego me pidió disculpas (de papel, pero disculpas) pero el episodio abrió una puerta que yo no estaba dispuesto a atender por el resto de mi vida. Qué oportuno, una semana después de que renuncio a toda situación laboral estable.

Renuncié porque el resto andaba mal, aunque yo sonreí, porque lo contrario era tabú. En el pasado, todos creyeron y me hicieon fama de vago, sin importar la conducta intachable o la buena reputación que me precedía. En un instante, comencé a seguir el karma, a la karma, a pretender conformar a ese nuevo amor, a darle mi voz y el poder de elegir mi opinión, al que resultaba perfecto frente al reflejo del verdadero fantasma del viejo amor. Pero otra acaparó mi vista y luego, la nueva me negó la estabilidad para la cual yo tenía talento y sólo me prometió un espacio normal por veinticuatro horas, como si sus mambos no arrollaran los sentimientos del que tuviera enfrente. Esa misma experiencia hoy la soñé con mi verdadera debilidad, a la que niego otra oportunidad frente a los demás y por dentro muero porque vuelva. No va a volver (por fuera), tienen mi palabra (por dentro).

Soñé que ella volvía pero tomaba las palabras de la usurpadora, a la que subí en un pedestal y luego, puse mi pie sobre su cabeza. Pero era la fea quien me recordaba que solamente concedía un beso y no un espacio... pfff, ya no quiero escribir porque no es ficción, es realidad o yo, enloqueciendo y convirtiéndolo en mi propia ficción, que me vuelve loco, me hace llorar o no, tal vez prefiera que el día termine.

O que la vida termine este día.

Dejé de trabajar en esos rubros porque me llevaban la cabeza lejos de la escritura, me creaban problemas que poco tenían que ver conmigo mismo y me absorbían la mente en cuestiones banales. Se que no voy a conseguir fácilmente algo que envuelva mi entorno y, por lo pronto, tengo que lidiar con las desaprobaciones familiares y los sueños de agua fría.

G

lunes, 9 de mayo de 2016

Lógica nociva

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(¿En serio pensaste que era una declaración de amor retrasada? Sabés... siempre tuve la idea de que leías el blog, no de que lo entendías.)

Después de cuatro años, terminé con el rubro de diarios. Diversos factores me llevaron a renunciar, ninguno por conflictos internos (aunque sí existieron) y si tengo que nombrar la razón principal, fue la de no volver a levantarme sábados y domingos a las cuatro de la mañana... xD

Pero el ambiente... un lugar donde nadie menciona un libro o compra la colección de Julio Verne para amontonarla y usarla de mesa improvisada. Así como alguien te cuenta que espera no cometer una infidelidad y a los cinco minutos, exclama que no sabe cómo mantener a flote su costado de la relación. Son todos malos entendidos, el teléfono descompuesto hoy es representado por Whatsapp o cualquier otro medio social online, un cigarrillo al que muchos están acostumbrados y quieren que el resto también se envicie. Yo leo, mi ex encargado apila libros, yo respeto su propiedad, él me critica por lanzar un comentario nacido inconscientemente en inglés. La mente es cerrada y aún peor el futuro.

Peor, porque cada generación es más viciosa que la anterior y menos simplista. La vida es para vivir, trabajar, servir, amar y demás etcéteras que simplifican el respirar. Sin embargo, bajo las banderas de la psicología, del sobrepensamiento, de la filosofía y de la falta de sentido común, nos encontramos delante de la peor definición de seres humanos que podemos hoy conseguir. La gente de antes bebía porque les gustaba y hoy, bebemos para emborracharnos o para olvidar; se lee para aprender a vivir, no para conocer una historia fantástica y maravillosa o simplemente para disfrutar. Las charlas más simples se complican porque las personas no sabemos elegir los momentos para contar ciertas cosas o a quién le contamos qué; ocultamos nuestros defectos criticando los ajenos o justificamos los abandonos, aún cuando fuimos artífices de los mismos. Y damos explicaciones... más explicaciones de las que debemos o las damos porque las exigen, porque es un vicio, porque somos menos y queremos ser más, más que un familiar, que un amigo, que nuestro héroe...

El ego es nuestro peor defecto.

Este post es sobre nada y sobre mucho, tengo tantas ideas acumuladas y pocas ganas de expresarlas que siempre hago esto, luego de un tiempo, sin forma ni nombre... bueno, un título seguro consigo después y hasta tradición, digo... coherencia, lógica. Lo que quiero decir, con todo este barullo es estoy más acostumbrado a la rutina y a la tradición que a lo inesperado de una charla con terceros. Ya sea por un secreto mal guardado, por un juicio mal hecho o por un impulso propio de un animal con cerebro: cada nueva generación afloja las cuerdas limítrofes y esto no hace más que demostrar que el instinto nada tiene que ver con el pensamiento. Cada generación se flagela más con las experiencias y absorbe a otros porque puede, porque ayuda a ocultar o porque... no se, porque tampoco lo sabe.

Al menos el instinto eso es: naturaleza, comportamiento justificado e intachable.

Al contrario de la lógica, necesaria y corrompible.

Quiero decir abiertamente que no soy uno de esos amigos que solamente escuchan. Siempre elegí ser de los que se arremangan pero, lamentablemente, mis últimas amistades no lo han inspirado o incluso, algunas lo han empeorado.

G