martes, 6 de enero de 2015

Un verdadero escritor

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Trilogía: Parte 2

Una vez me preguntaron si había sido "también" astronauta.

Bueno, básicamente... (paréntesis anticursi)

Y si, la referencia nace cuando pienso en aquellos momentos en los que conté historias que realmente viví y quienes escucharon no creyeron en dichas palabras, por mejor contadas que fueran o inteligentemente entretenidas se inventaran.

La trama se confunde cuando buscamos el comienzo de todo, donde el escritor recuerda solamente que perdió el rastro de la madre inspiradora: la confianza. Puede que haya tomado su tiempo para recuperarse de un amor sin latencia, pero la seguridad de su ser fue esquiva, aún hasta el día de hoy.

Porque... digamos que la única manera de sentirse seguro uno mismo es basándose en los "buenos resultados", ése denominador común de cada persona. Ahora... existen factores externos que afectan para mal el funcionamiento del ego, que incluso lo descomponen y lo hacen descender hasta el más bajo de los niveles infantiles.

So...

¿Qué pasa cuando al fin regresás desde el fondo de la baja autoestima?

"La mezcla del inspirador con el mundo no tarda en llegar y los humanos vuelven a caminar junto a él. Pero le cuesta, sus intereses ya no son los mismos que los del resto. Claridad ante superficialidad, destino sobre necesidad. Yacen los recuerdos aún vívidos sobre la mesa pero pocos creen. Pero el escritor decide creer en ellos, sabe que son ciertos: lleva consigo la sensación de haberlos pintado con decisión y de haberlos madurado en consecuencias."

Dejemos de lado las metáforas.

Puedo ser astronauta, si quiero. Incluso si la vida decide por mí. Cada vez que abro la boca y hablo sobre mis experiencias vividas, todas son ciertas: el simple hecho de que pocos crean no las convierte en mentiras y lo mismo te digo: jamás, pero JAMÁS DEJES DE CREER EN VOS NI EN EL PODER DE TUS DECISIONES, simplemente porque OTROS NO TE CREAN.

Si fuiste a la Luna y regresaste para contarlo, que tus ojos brillen cuando decidas compartir la historia. Siempre tené en cuenta que pocos se animan a vivir lo que muchos sueñan. Además, el mundo está lleno de hipócritas que prefieren escucharte hablar de cuando no te va mejor que a ellos o incluso, convencerte de que cuando ellos no pueden... vos tampoco.

Dejá entonces que sigan soñando, mientras tus experiencias te convierten en un verdadero escritor.

Lo importante es que vos creas y crees.

Siempre.

G

PD: Primera aclaración, el escritor soy yo y sos vos, si te identificás con lo que escribo o tenés en claro cómo tomar cada decisión en la vida, más allá de que te salga bien o mal. En otras palabras, si tenés la cabeza fría o ves al mundo con "distintos" matices. Ya lo hablaré en detalle.

La frase: "... el simple hecho de que pocos crean no las convierte en mentiras..."

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