viernes, 3 de octubre de 2014

Síndrome de Estocolmo

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¿Qué es éste absurdo miedo a escuchar canciones? ¿Desde cuándo siento que la música es tabú? ¿No será un cansancio pasajero? ¿Tal vez?

No hay sueños, tema aparte. Busco laburo de mañana, duermo de tarde y disfruto del silencio por la noche. A veces, me asomo sobre el hombro de otro vicio y le pregunto si quiere compartir momentos que sirvan para nada. A veces asiente, a veces es más no que si. Hablé del silencio, de los que habitan en castillos abadonados o ruinas ancestrales. Ojalá fuera de los del viento: son tan dulces que dan placer. La noche sigue, con sus delirios y cuestiones inentendibles para la gente que no sabe leer EN líneas y no "entre", pero la culpa es mía... mía por ser tan diferente, de los que la gente quiere y aborrece, porque soy mago e inquisidor, te doy la vida a cambio de nada y te la quito porque así lo dicta mi religión...

Sí, tengo un problema grande con la opinión de los demás. Y con la música. Pero, digo... no entiendo porqué me importa tanto lo que piensen BIEN de mí (no me calienta lo MAL), si la cuestión pasa por solamente poseer la atención sobre el arte que "supuestamente" llevo a cabo y nada más. Después, para cuestiones personales, se queda la falta de criterio para mezclarme entre tantos. Digo, de pintor entiendo poco y nada pero... cambiar radicalmente la mente hogar de los demás no significa que crea en ellos, en vos, en ustedes. Y en aquel, el que se parece a mí pero es bien distinto.

La parte "amor"... bueh, realmente me siento vacío de dichas opiniones. Suerte, por ésta vez.

Me llaman para ofrecer tarjeta.

Sigo.

El mundo no tiene vueltas: es trabajar, cumplir metas y mezclarse, sobre todo. Pero, ¿cómo puede mezclarse quien se acostumbró a vivir en el fondo? Puede que me haya vuelto ateo por gritar el nombre de dios mil quinientas millones de veces y jamás haber recibido respuesta. Sin embargo, algo dentro de mí contiene la verdad absoluta...

¿Soy mago o un ilusionista?

¿Tengo potencial o deposité confianza en las manos equivocadas?

¿Me sobra el tiempo para reflexionar sobre la falta de ocupación o ya no queda cinta para remendar el ventanal quebrado?

Y no quiero poner canciones, encima.

Es por miedo, lo sé.

Miedo a convencerme de que realmente... no se vive en la oscuridad.

G

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