sábado, 20 de julio de 2013

Consecuencias

.
Al final, sí que importa.

La cuestión es: ¿cuánto?

A veces, me pregunto si la gente espera que escribas cosas con las que se identifiquen y sino, no te leen. O te siguen en momentos importantes, cuando están mal; cuando pasa, dejan de hacerlo o se olvidan y jamás te escriben una reseña, un comentario. No dejan huella, leen al pasar. Así sucede en general en Facebook. A veces, me pregunto si tiene que ver con lo que escribo, con lo que digo, con lo poco interesante que puedo llegar a ser y la verdad es que mucho. Entonces, no seamos hipócritas, todo es pasajero y conveniente.

Y eso que tantas veces me planteé la siguiente duda: ¿me falta colaboración, integración y sociabilización? ¿Comprensión? ¿Buen comportamiento? Un poco de todo eso, lo sé, pero tampoco soy EL traidor, todos cometemos errores groseros y hasta disparamos flechas sin mirar a quién le pegamos. Pero en éste mundo, en la mayoría de los casos se mira primero el error ajeno y no el propio. Posta, he visto pocas personas que hacen meaculpa primero.

En cuanto a mí, me cuesta un huevo salir. Luego de mi deserción, todos quedaron preguntándose dónde me había metido o, mejor dicho, quién carajo había tomado mi lugar. Y ahora que vuelvo, siento como si pasaron cien años y nadie se acuerda de Gabriel.

Y lo peor de todo, es que me importa.

Quisiera que no.

G

No hay comentarios: