domingo, 19 de marzo de 2017

Feriado de lógica

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Decime lo que quieras, los sueños nunca te mienten.

Por eso es que tantas veces despierto y me río. O lloro. Bueno, no lloro... ¿no lloro? Se lo dejo al espectador... aunque prefiero usarlo como un gag más que como verdad, jaja. No lloro, sí me enojo o peleo con mis otras personalidades y de repente, una mano real roza la espalda, aunque me de vuelta y vea a nadie. Y comprendo, también.

¿Ves? Es un gag, digo una mano y después la desmiento, porque la gente se confunde y a mi, me divierte.

Es otra etapa, eso digo. O una etapa que no está dividida en dos, sino que son dos, en realidad., empujándose con fuerza y armando alboroto. Oh... sí que hacen ruido... nunca los pensamientos y las vivencias proyectan silencio en mi vida, sino que van metiendo el dedo en las aguas tranquilas, generando ondas que son tsunamis en mis jardines eliseos.

Ejem...

En una de las etapas le doy un asiento en el fuero a la aceptación y dejo que la resignación se ría de mí, porque no es mi vida, porque es la vida de los demás, porque tarde se me dio por entender que siempre proyecté la familia fuera de mi casa y los demás tienen que vivir sus vidas, que yo sólo tengo intención de voto y no voto real. Nunca tuviste el poder, escritor. Y siempre fue tu responsabilidad tuya el pegar tu imagen recortada en el retrato de los demás.

En la segunda etapa repito mucho esa misma palabra. Allí es donde creo un mundo en donde elijo mis propias reglas y, a su vez, pongo en práctica el talento social. Me encanta usar esa palabra, "talento", porque suena contrario a "normal". Decía que en mi otra etapa, voy consiguiendo todo lo que quiero, de a poco pero seguro, vuelvo a soñar cosas que no quiero soñar, las describo después en blog de manera redundante y me despierto con vos a mi lado, bien real, bien gabrieliana, bien de segunda etapa o secundaria o primaria, no se, debería ponerle orden, ¿no?

Nop, sabés bien que no estoy loco ni te miento, sólo que no mezclo etapas, ¿entendés?

Pasé muchos años solo, apenas uniendo partes del rompecabezas con alguna mujer casual. Y llegó el momento en el que pude vivir lejos de la sociedad y acepté una oportunidad. Porque, tampoco podía vivir sin estupidez. Ese mismo pedazo de carne se mezcló, encontró algo que deseaba y no buscaba, despertándose finalmente un domingo, alterado, desarmado por un sueño, para darse cuenta de que no lo hizo solo, sino acompañado.

Reite, porque esa parte me da vergüenza: todo el silencio y el talento, toda la parafernalia... es nada, sin tu presencia.

Es algo bueno, digo...

Tenía en mente hablar de mis dos etapas en paralelo, aunque de manera entendible y no estilo "domingueropostsexosueñoindeseado". Quiero que ententiendas que este es un post de domingo a la mañana, con el cuerpo agotado y varios sueños indeseados. Bien gabrieliano, diría yo, de esos con sabor picante y que probarías una sola vez.

Si, preferís que esté en la vidriera, admitilo.

Así son ciertos posts, en los que el escritor vacía lo que le queda de energía y se pone a la par de sus manos, de sus piernas y del hombro.

Y vos, que siempre elegís disfrutar de la buena lectura, nada más.

G

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