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Soy de las personas a las que le gusta la soledad. Es donde encuentro todo lo que necesito, el espacio donde conduzco experimentos y compruebo los fallidos. Puedo también elegir comer pollo desnudo, gritarle al personaje de un videojuego o llevarte a vos, sí, a vos, a mi cama, sin siquiera ponerte un nombre o llamarte por todos. Me gusta el propio silencio, aunque también me gusta hablar.
De hecho, hablo demasiado, soy una persona a la que le gusta la charla. He conocido varias personas a las que les gusta charlar, también y he tenido de amiga a una que sólo escuchaba, jamás aportaba, no se metía, no se envolvía, era psiquiatra, que se yo, pero era. El problema es que hablo con la gente equivocada o pienso que cualquiera tiene ganas de escucharme. No vengo a hablar de esos que siempre me leen para saber si los critico o no (aunque sí los use de ejemplo), sino de mi falta de puntería sobre personas o temas de los que hablar.
Todo empezó...
Ja.
Mi viejo tenía la costumbre de hablar solamente de las cosas que le importaban y, a medida que pasan los años, me siento cada vez más parecido. Siento que no lo puedo evitar, hablo menos de los demás y hablo demasiado de mí, de mis cosas, de mis problemas, de las boludeces que me preocupan. Claro que muchas cuestiones importan, todos importamos, pero siento que la semilla ególatra ha echado raíces, tal vez menos intensa de lo que imagino o exagero, siento que menos me importa lo que los demás piensen o pasen, siento trivialidades flotando por doquier y que es malo, malo para el intercambio de actitudes, natural para la consciencia gabrieliana.
Quiero decir, siento culpa porque es un escollo ante "presentes" o futuras relaciones, naturaleza porque es lo que mentealmacuerpocorazón siente y no tengo la responsabilidad de dar explicación. Es curioso ver cómo lo de la heladera llena de mi viejo y la de su familia, vacía, se repite conmigo en distintos ejemplos, porque me importás vos, ser humano, me importás cuando sos de valor y sinceridad y no tengo prejuicios en que te hundas, si vos mismo metiste el pie en el pantano. Demasiado práctico, demasiado realista, demasiado negativo, da igual, puede que la piel de ella es suave y su pecho firme no me provoca más que un post honesto. No el cursi o lleno de poesía.
Pffff.
Esta dualidad...
Perdí mi trabajo porque me cansé de trabajar para ignorantes. Hablé lo que tenía que hablar y la gente prefería callar o reírse de los gustos de Mozart o Stephen King. Creo que sólo se trata de ser superficial, dejar que la guita te condicione en todo y te de poder, ese sinónimo tan famoso que inconscientemente le ponemos a la autoestima... jaja, ojalá fuéramos más honestos y menos animales, que poniéndole limón a las neuronas no funcionan mejor. No, no se trata el post de encubrir hasta el final la verdadera razón, mi presente es sólo un ejemplo (y van) de lo decadente que resulta ser humano o ser virus, cualquiera suena bien.
Eso es, no me molesta hablar mucho, me molesta elegir hablarle a monos que sólo escuchan cumbia. Elijo construir castillos en el medio de una avenida, donde el universo ubica conductores con autos sin frenos, exageración egocentrista; luego vuelvo a casa y estornudo sobre mundos gamers, botones que no abrazan los dedos y aportan soluciones pero, al menos, no simulan escucharme.
La interacción, hoy en día, está sobrevaluada.
Todo se genera con el punto en blanco, el séptimo día en la creación gabrieliana.
Todo muere en un post, efímero si tal palabra existe.
¿Molesto? Sí, con la literatura.
G
lunes, 26 de septiembre de 2016
domingo, 18 de septiembre de 2016
Seguro de desempleo
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Anoche soñé con una de mis exs, algo que no hacía hace tiempo. Y te digo: se nota la mala imagen que tiene formada mi cabeza sobre ella, pésima, casi análoga, determinante. No pude evitar querer ese distorsionado dibujo de mujer, supongo que uno se acostumbra a las pequeñas cosas buenas y más allá de lo acaparante que se vuelvan las malas. Dios, terrible imagen para una mujer tan querida.
El tema es que su sueño viene con un combo de gente que prácticamente expulsé de mi vida. No por locura, deseo propio o exterminio (?), sino por practicidad, por lógica. Claro está que mis impulsos no se diferencian del más estúpido de los impulsivos, aunque... irónicamente, dentro de esa autocategorización podés encontrar mi autocrítica. Y yendo más allá, me doy cuenta de lo cómodo que me siento escuchando al súper yo marcar mis faltas.
A eso mismo voy con este post, pero antes, una aclaración: extraño a mis "exs" amigos (si la expresión es correcta), a mi viejo grupo. No importa lo viciosas que se hayan puesto las cosas, los extraño. Sin embargo, con el pasar de los días me di cuenta de que no eran más que parte de un vicio que yo mismo creé. Si bien en el pasado he expuesto mis capacidades sociales con éxito, han llegado a un nivel donde no soportan ciertas conexiones o falta de interacción. Esto es, me cansé de pelear solo, viendo como otros/as se excusan en vez de solucionar y, por sobre todo, en no generar ideas contrarias a sus maneras de ser y lo aplaudo, celebro que cada uno elija ser fiel a su naturaleza, aunque no necesariamente lógico.
Entonces, el decir y no hacer, ya no me cabe.
Y eso, en principio, me lleva a estar solo. Actualmente, no estoy solo... je, por algo tan desaparecido en internet. Cof cof, digo, he pasado la mayor parte de mi vida lidiando con mis complejos y tempranamente tuve que cargar con una autoestima baja, que me duró hasta entrada la adultez. Pero llegó el momento en el que salí del capullo, desconociendo mis nuevos skills (?), desajustado al tacto, sin una pizca de política para manejar las situaciones, donde me volví un bruto para decir las cosas... negativo, realista, uno de esos engendros que se quedan solos... jaja, debería de sentirme mal, pero siento que la negativa no es más que una careta que uso inintencionadamente contra terceros. En fin, pasé a los treinta totalmente desconfigurado y sin linterna, tuve que aprender a caminar nuevamente, sin ayuda de esos terceros que solamente acompañaban y no se comprometían.
Abre comillas... resulta evidente que nadie tiene derecho a criticar ajenos sin permiso y sin ser criticado luego, a cambio, pero a veces... no... SIEMPRE, siempre es mejor decirle la verdad a un amigo/a, a una persona a la que querés, decirle a pesar de que no le guste oírlo. A nadie le hace bien ser careta y sonreír cuando se emborracha o se drogan otros (sentido figurado). Cierra comillas.
Para volver al tema principal, debo decir que antiguamente intervenía, me tomaba el bondi, me la jugaba por un amigo/a porque era consciente del poder que cada uno posee para cambiar a otros, tal vez no de manera radical, sí un poquito, un grano de arena y para bien. Ahora creo que me vi lo suficiente y que estoy bien con que mis experiencias se hayan congelado en ese momento, donde era el centro de todos.
Pasé tantos años de mi vida lidiando con la crítica ajena y la propia que no encontré otra solución que afrontarlas. Y con el tiempo, empecé a decir las mías en voz alta, lo que me llevó a mencionarlas ante los demás sin vergüenza alguna, marcando primero mi error y luego el ajeno, como siempre correspondió. Hoy en día, primero veo lo que estoy haciendo mal, lo evalúo, asumo que soy neurótico, ciclotímico o repetitivo, aunque no dejo que eso afecte mi autoestima o me haga dudar de lo que verdaderamente veo mal en los demás. No estoy libre de equivocación, pero tampoco muero si tengo que pasar el resto de mi vida sin amigos, porque nací solo y puedo vivir con ello, he superado la soledad en mi cabeza, el único lugar que me aceptó tal cual fui en mis distintas etapas de (in)madurez.
Y sentirme seguro de las decisiones que tomo, no tiene precio. Mucho mejor que disfrazar un enojo.
¿Qué podés decir vos motherfucker? xD ¿Podés tomar decisiones y estar seguro de que lo que viene es incierto pero seguro?
Sep, puro ego, ¿y vos?
G
PD: sabés, lo que más me gustaba de mi última ex amiga era el contraste que teníamos entre los dos y, si bien no me gustaba pelear con ella, me ayudaba más un comentario doliente y honesto, que otro careta y condescendiente. Sin embargo, se quedó en palabras. En fin.
Anoche soñé con una de mis exs, algo que no hacía hace tiempo. Y te digo: se nota la mala imagen que tiene formada mi cabeza sobre ella, pésima, casi análoga, determinante. No pude evitar querer ese distorsionado dibujo de mujer, supongo que uno se acostumbra a las pequeñas cosas buenas y más allá de lo acaparante que se vuelvan las malas. Dios, terrible imagen para una mujer tan querida.
El tema es que su sueño viene con un combo de gente que prácticamente expulsé de mi vida. No por locura, deseo propio o exterminio (?), sino por practicidad, por lógica. Claro está que mis impulsos no se diferencian del más estúpido de los impulsivos, aunque... irónicamente, dentro de esa autocategorización podés encontrar mi autocrítica. Y yendo más allá, me doy cuenta de lo cómodo que me siento escuchando al súper yo marcar mis faltas.
A eso mismo voy con este post, pero antes, una aclaración: extraño a mis "exs" amigos (si la expresión es correcta), a mi viejo grupo. No importa lo viciosas que se hayan puesto las cosas, los extraño. Sin embargo, con el pasar de los días me di cuenta de que no eran más que parte de un vicio que yo mismo creé. Si bien en el pasado he expuesto mis capacidades sociales con éxito, han llegado a un nivel donde no soportan ciertas conexiones o falta de interacción. Esto es, me cansé de pelear solo, viendo como otros/as se excusan en vez de solucionar y, por sobre todo, en no generar ideas contrarias a sus maneras de ser y lo aplaudo, celebro que cada uno elija ser fiel a su naturaleza, aunque no necesariamente lógico.
Entonces, el decir y no hacer, ya no me cabe.
Y eso, en principio, me lleva a estar solo. Actualmente, no estoy solo... je, por algo tan desaparecido en internet. Cof cof, digo, he pasado la mayor parte de mi vida lidiando con mis complejos y tempranamente tuve que cargar con una autoestima baja, que me duró hasta entrada la adultez. Pero llegó el momento en el que salí del capullo, desconociendo mis nuevos skills (?), desajustado al tacto, sin una pizca de política para manejar las situaciones, donde me volví un bruto para decir las cosas... negativo, realista, uno de esos engendros que se quedan solos... jaja, debería de sentirme mal, pero siento que la negativa no es más que una careta que uso inintencionadamente contra terceros. En fin, pasé a los treinta totalmente desconfigurado y sin linterna, tuve que aprender a caminar nuevamente, sin ayuda de esos terceros que solamente acompañaban y no se comprometían.
Abre comillas... resulta evidente que nadie tiene derecho a criticar ajenos sin permiso y sin ser criticado luego, a cambio, pero a veces... no... SIEMPRE, siempre es mejor decirle la verdad a un amigo/a, a una persona a la que querés, decirle a pesar de que no le guste oírlo. A nadie le hace bien ser careta y sonreír cuando se emborracha o se drogan otros (sentido figurado). Cierra comillas.
Para volver al tema principal, debo decir que antiguamente intervenía, me tomaba el bondi, me la jugaba por un amigo/a porque era consciente del poder que cada uno posee para cambiar a otros, tal vez no de manera radical, sí un poquito, un grano de arena y para bien. Ahora creo que me vi lo suficiente y que estoy bien con que mis experiencias se hayan congelado en ese momento, donde era el centro de todos.
Pasé tantos años de mi vida lidiando con la crítica ajena y la propia que no encontré otra solución que afrontarlas. Y con el tiempo, empecé a decir las mías en voz alta, lo que me llevó a mencionarlas ante los demás sin vergüenza alguna, marcando primero mi error y luego el ajeno, como siempre correspondió. Hoy en día, primero veo lo que estoy haciendo mal, lo evalúo, asumo que soy neurótico, ciclotímico o repetitivo, aunque no dejo que eso afecte mi autoestima o me haga dudar de lo que verdaderamente veo mal en los demás. No estoy libre de equivocación, pero tampoco muero si tengo que pasar el resto de mi vida sin amigos, porque nací solo y puedo vivir con ello, he superado la soledad en mi cabeza, el único lugar que me aceptó tal cual fui en mis distintas etapas de (in)madurez.
Y sentirme seguro de las decisiones que tomo, no tiene precio. Mucho mejor que disfrazar un enojo.
¿Qué podés decir vos motherfucker? xD ¿Podés tomar decisiones y estar seguro de que lo que viene es incierto pero seguro?
Sep, puro ego, ¿y vos?
G
PD: sabés, lo que más me gustaba de mi última ex amiga era el contraste que teníamos entre los dos y, si bien no me gustaba pelear con ella, me ayudaba más un comentario doliente y honesto, que otro careta y condescendiente. Sin embargo, se quedó en palabras. En fin.
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