viernes, 15 de abril de 2016

Testamento

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No planeo crear un legado extenso ni plantarte una moraleja o decirte qué podés hacer con mis palabras. Esto es algo para que leas en un rato o dentro de diez años, se muy bien que hoy carecés de sentido común para ver nuestra "amistad" de manera objetiva y no creo que lo tengas por un largo tiempo, cuando te suelten la correa y empieces a pensar por vos misma.

La cuestión es... como dije, no tengo mucho para decir pero si puedo comenzar por la manera en que canalizás tus enojos. NO ME MOLESTA A QUIEN QUIERAS, NO SIENTO CELOS, NO SOY GUARDABOSQUES, NO TENGO SENTIMIENTOS MÁS ALLÁ DE UNA AMISTAD HACIA VOS. NI SIQUIERA "LO" DETESTO. Sólo que no me gusta lo mal que te hace o lo que tenés que fumarte, es algo con lo que lidié mucho tiempo y no logré sobrellevar. Pensá, PENSÁ, siempre me senté a interactuar con él, siempre lo saludé, jamás le hablé mal, hasta le encargué cosas de su laburo, PENSÁ. Sin embargo, jamás te basureé un plato de comida pero si te he mandado a la mierda con palabras caretas, me he enojado, te he levantado la voz, he reprobado las decisiones que te lastiman... te he dicho que buscás migajas... (releé lo que digo, no lo cambies a conveniencia) De esas cosas sí soy culpable y en los últimos tiempos, hasta te abandoné como amigo, es cierto. Llevo algunos años dejándote a tu suerte y de eso sí soy culpable.

Es más, puede que hasta no merezca tu amistad por cansarme de ir, por no darte bola o reprobarte, por RENDIRME a pesar de las circunstancias. Sabés, eso es algo que hasta yo lo recrimino, no me siento cómodo siendo el portador de dicho defecto.

Esta es la parte donde vienen los porqués y sin ganas de seguir, quisiera que leas mi autocrítica, que entiendas lo que es compartirte, lo que es leer o escuchar siempre una excusa para no buscarme, que el PUTO whatsapp sea la única manera leerte un "buen día", a menos que me tomé el colectivo. Me, me, yo, me, sep, soy una mierda porque sólo pienso en mi, pero da la casualidad que si no es en un lugar cómodo para vos, no movés el culo. Plus, parece que soy el único que tiene la voluntad para intentarlo una vez más e ir, a pesar de los palos y tu manera de mirar las cosas con la mano tapando un ojo y que, por lo general, son tapadas cosas buenas. Las pocas veces que te dignaste a decirme algo de frente, recordaste de la mitad para adelante, como si todo fuera un sueño y no entendieras porqué empezó la discusión. Insultaste a mi vieja, por un enojo HACIA MI. ¿recordás? ¿Valió la pena? Puede que tengas razón: luego de eso, me resulta difícil no sentir rencor. Y pensar que todas las veces que decidí ir a verte recordé lo bueno; usé del más caro combustible y me tomé el bondi, aunque fuere cada muerte de obispo. Fui a verte, eligiendo olvidar lo malo y quererte.

Quererte, con lo frágil que es hoy en día.

Puede que ni siquiera haya valido la pena.

Pffff...

Es mejor que me veas como un matón, la ceguera mental tiene cura, por suerte, pero las cicatrices las llevaremos otros. Sin embargo, en éstos últimos tiempos descubrí una parte de vos con la que no quiero compartir mis días y como no querés escucharlo personalmente, lo dejo como testamento en el blog. Y acá es donde termina mi legado hacia vos, con la cuenta en cero, sin algo que heredarte.

Yo no me preocuparía mucho. Ni por el futuro, ni por este post, ni por lo que se te pase por la cabeza. Lamento no haber sido objetivo, las cartas están sobre la mesa y con cada elección tomada, vemos un poquito menos desde fuera. El amor es una evolución de la necesidad y me encuentro en un punto donde puedo manejarlo a gusto, donde QUIERO elegir cuando no dar más. Después de todo, no es la primera vez que decido terminar con una relación tóxica.

Para olvidar, la soberbia es casi tan buena como el vino.

G

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