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Pensá lo que quieras, más nunca te arrastres por algo efímero.
La vida es, ¿me equivoco?
Nada
mejor que la seguridad del corazón para vivir sin inconvenientes
emocionales. E insuperable la idea de no tener problemas económicos.
Ambas cuestiones conforman una palabra que pocos usan pero la aplican a
la idea de futuro: "utopia". Existen personas que creen en un
futuro utópico, de esos en los que todos nos amamos, nos respetamos y
demás etcéteras, donde también dejan de existir los problemas y la gente
vive de sus sueños, en vez de soñarlos. Sin embargo, como la misma
palabra lo indica, vivir una utopía no escapa a los mejores relatos de
ficción, porque eso mismo es.
A ver, no se confundan ni
la relacionen con esperanza o fe; el mismo nombre fue medido para
determinar una realidad inalcanzable, inexistente.
Por
eso es que muchos creen que el soñador se diferencia del resto. Aún así,
tener esperanza no lo vuelve un creador de imposibles. Tener fe no lo
convierte en un profeta elegido por el destino ni dios. Para ser
"diferente" debemos marcar el terreno con hechos, acciones o
consecuencias (según preferencia personal), jamás de la boca para
adentro. A veces... no, casi siempre... elegimos confiar en quien
tenemos enfrente, dejamos que esa misma esperanza actué por acto de
fe... (ops) Y cuando no se logra esa "utopía", le echamos la culpa a la
familia, al vecino, a la religión, al mendigo y a los cuarenta ladrones.
"Pero... pero... si no existen las utopías... o... ¿no son alcanzables..?"
Bullshit, no se inventó la palabra "increíble" para luego creer en ella.
-
¿Querés cambiar el planeta? No te conformes con poner "likes" a fotos
de ballenas empetroladas, tomate un avión y hacelo vos mismo.
- ¿Querés levantarte esa mina a la que ni te animás a hablarle? No practiqués el discurso entero, decile "hola".
- ¿Te lamentás de no ir a visitar a tus viejos? Mové el culo, invertí el tiempo en viajar, no en quejarte.
- ¿Querés dejar de ser un empleado random en aquel bar? Estudiá, hacete el tiempo, redirigí el sacrificio.
No
existen las utopías alcanzables, sí los resultados conseguidos al
arremangarse y trabajar en eso que tanto queremos. Demasiada gente
deposita sus esperanzas o su fe en alguien más, cuando todo se encuentra
al alcance de la razón y de la lógica. ¿Querés ser diferente? Dejá de
ponerle títulos a los imposibles y apuntá el talento hacia el lado
correcto de la vida.
Ya de por sí ser humano
encierra una ENORME cantidad de equivocaciones y remordimientos. No
transformemos el cerebro en un lector de diario amarillista.
Mejor ponerlo a dirigir nuestro futuro.
Y dejemos de molestar a la utopía, que sentadita ahí no jode.
G
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