martes, 2 de septiembre de 2014

Corriente alterna

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Con la simple excusa del cansancio, nadie puede despegarse del papel de "prescindible".

Hoy no disfruto de la transición más cómoda que pueda vivir. De hecho, me siento rodeado de insultos al ideal de comportamiento, permitido por quienes llenan de concesiones los errores ajenos y hasta justificándose con razones que se disfrazan de ovejas y no son más que excusas de lobo. Sumándole al pozo, también puedo agregar que la gente, cuando siente atacado su juicio, se defiende atacando el juicio ajeno.

Y pocos hacen meaculpa.

Quiero aclarar, antes de seguir, que no soy la persona indicada para juzgar a otros, SOY UN DESASTRE en vida, lleno de ideales utópicos y vacío de ejemplos prácticos. Pero es mi blog y pienso seguir.

Es difícil pasar los ratos cuando el mundo no funciona como vos querés. La obvia respuesta a una pregunta hecha siglos atrás es "el mundo no puede estar contra vos". Sin embargo, haber vivido treinta y cuatro personalidades me ha permitido desarrollar la simple teoría de que todos siguen a la corriente, que solamente unos pocos tienen ideas radicales (no siempre acertadas) y que sus vidas, gracias a su condición de pensamiento distinto, no encajan en las costumbres rutinarias. El meollo del asunto se expone cuando la paciencia y la fe se agotan: paciencia hacia los errores ajenos y fe hacia cualquiera que deba tener una actitud inesperada/benefactora.

Descartemos desde ya todos esos peros a los que la psicología nos acostumbra... tales como "pero él es así", "primero tengo que estar para mi que para los demás", "no me servís como persona", "perdí el interés" e infinitos etcéteras. Dejémonos de pavadas.

Decía...

Llevo años predicando una línea a la que le fui perdiendo la prédica de ejemplo y no descarto mi parte de culpabilidad, pero también sumo la ajena. Me he arrojado al vacío una y mil veces por gente que me lo ha pedido de palabra o simplemente se reflejó en sus ojos. No hablo solamente de parejas, hablo de familiares y de amistades, también. Digo, no por mera estupidez, sino porque mi arrojo ha tentado a solucionar potenciales o presentes problemas, más allá del resultado. O sea, se trató de actitud, nada más. Recíprocamente, he visto algunas actitudes igual de arrojadas pero... pero... siempre el "pero"...

La intensidad no fue la misma. Ni la regularidad.

Un ejemplo claro fueron los tres años que perdí viviendo en Miró. No a nivel personal pero sí mental, fueron los tres peores años de mi vida y lo único que recibí fue: doscientos pesos semanales, una compañía que me hacía sentir aún más solo y la visita tardía de quien nunca tuvo excusa para no darse cuenta de lo mal que estaba. Eventualmente, me tuve que ir del único lugar en el que pude vivir por mi cuenta, por no tener la cabeza centrada ni LAS PELOTAS suficientes para poner en su lugar a todos aquellos que alguna vez me dijeron que me querían.

CON BOLUDECES NO.

Pero ése fue un ejemplo personal.

Todo éste desvarío no es más que una pequeña parte de lo que no he dicho apropiadamente a quienes les corresponde, pero intenta (no se si en vano) dejar en claro que todos los que pensamos distinto no tenemos lugar donde expresarnos sin que nos juzguen ni juzgar sin que nos lapiden. A veces, creo que el único disfraz es el arte, el único canal donde los ignorantes creen que somos genios.

Y como segunda cuestión, la de confiar en la misma corriente... bueno, esperar algo a cambio sin que vos les des algo primero, es difícil peeeero... siempre digo cuando no estoy conforme con una orden laboral que debo cumplir sin chistar:

"Vos sos mi jefe, ésta es tu casa y éstas son tus reglas... así que me callo y las cumplo, mientras esté dentro."

G

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