miércoles, 3 de junio de 2009

Faltando el aire

.
La verdad es que tenía quinientas cosas para decir pero... para qué... si lo único que hice éstos últimos días fue lamentarme y ya estoy harto.

Estoy enfermo de mí mismo y es por eso que quiero irme lejos, para dejar a los que les importo con una carga menos y yo, tal vez, superar el desastre que estoy haciendo o al menos, conseguir algo de paz.

Porque así, no quiero estar más.

No puedo esperar que me ayuden y a su vez, no lo quiero.

Gabriel

miércoles, 27 de mayo de 2009

Monstruo

.
Hoy me desperté mal. Como lo venía haciendo cada vez que tenía una despedida. Una de esas despedidas. Las peores. Me levanté y el mundo pesaba demasiado, no podía ver con claridad a mi alrededor, había neblina y de la conocida... Claro que conocía esa neblina...

Necesitaba direcciones. Pero ya no estabas ahí para dármelas. Había pecado de buen entendedor y se me había dado vuelta todo, las últimas noticias anunciaron el desastre y así quedamos, o así quedé yo. Vos tranquila, haciéndote un bien yo. Fue como si cargara con todos los males que sufrimos sobre mis espaldas, cuando salí de allí, de tu casa, del rincón del mismo mundo. Y ahora... enfermé del peor de los males. El de la realidad, la cruda y estúpida realidad.

Me siento vacío. No sé a dónde disparar. No sé qué sentido ahora tienen las cosas. Si acaso hacer todo bien no sirve, de repente solo hago daño con mis acciones y no alcanza para reparar. Vos misma dijiste que los errores son humanos y vamos... ¿que no merezco una oportunidad? ¿Que no puedo ser perdonado o más preciso aún, que no puedo hacer valer lo bueno?

Lo que me jode es la impotencia. Impotencia porque no tenés la culpa. Me enoja saber que no querés todo lo bueno que tengo para dar pero no lo suficiente como para odiarte. Ya no más de eso. Hoy es mi día depresivo, hoy doy vuelta todo y me enojo con el mundo, porque no puedo estar con quien quiero, vos, no puedo reparar cada error que cometí, no puedo hacerme valer como Gabriel, supongo que... ya no pesa tanto un Gabriel, ¿no?

¿Sabés qué? En éste mismo momento quisiera estar con una mujer que me soporte, que me entienda, que sepa recibir lo bueno y lo malo, que me tenga la paciencia que otras no tienen, que sepa reaccionar cuando estoy deprimido y hasta cuando cometa errores. Quiero dejar de rebotar en esta vida que parece un juego, un juego de histeriqueos que duran un rato nomás. Quiero dejar de levantarme así, no quiero más, NO QUIERO MÁS DE ESTO!!! Estoy harto, yo estoy para cosas mejores, yo sé perdonar, yo sé soportar el peso del pasado, yo actúo por dos, soy bueno, tengo mi lado malo pero lo bueno es mejor, necesito una mujer que me quiera como yo la quiero, que se aprenda a superar lo que uno se equivocó en el pasado...

Estoy cansado, muy cansado. Estaba haciendo las cosas bien, estaba levantando cabeza. Todo por mí, si si si... pero cansado, porque no puedo remediar lo que ya hice. Me siento una mierda, la peor mierda, mi ego se fue por el piso, no valgo lo que pensé, el polvo de mi propio ser vale más que yo. Me dejaste la autoestima en su más profunda desesperación.

Pero vos no tenés la culpa. La culpa la tengo yo.

Y claro, hay alguien que puede tener su oportunidad. Una persona a la que hice mierda, la hice re mierda, pero no por venganza ni por falta de amor. Porque fui un estúpido, no se lo merecía, me reía a veces ver cómo celaba y hacía caso omiso al verla mal porque saber que yo te amaba a vos. Pero acá estamos y probablemente me diga que no, pero sé que se merece su oportunidad. Justamente porque lo intenté. Porque ahora tengo que hacerlo. Sí doy segundas oportunidades.

Sí las doy.

Gabriel

domingo, 17 de mayo de 2009

Al Pasar...

.
Este espíritu inquieto quiere hacer de todo y no encuentro manera de calmarlo...

¡Tranqui che! ¡Que nos queda vida por probar!

Gabriel

miércoles, 25 de marzo de 2009

Down With The Sickness

.
Pero... todo lo contrario camarada. Estoy por empezar la facultad (mañana más precisamente), me quedo con menos peso a la hora de vivir, basta de discusiones y desaprobaciones, no más histeriqueos y forreos, basta de odiar y querer, basta de todo un poco, hasta de buscar y no ser buscado. Emm... pará, ésto se torna novelezco, ¿estoy seguro de lo que digo?

Más que nunca. Y más que nunca porque me cansé de sentirme inseguro de mí mismo. Voy a compartir con ustedes un pensamiento:

Primero, soy una persona que nació para vivir en compañía. Segundo, con el tiempo aprendí a amar de una manera diferente a mi pareja, me volví poco egoísta (antes lo era y mucho) y me dediqué a llenar la vida de quien tenía al lado de la manera más brillante. Un problema grande resultó ser el dinero, karma en los últimos años para quien escribe. Pero siempre logré hacer mella en quien apreciaba, de una manera adictiva tal vez... y no precisamente por una cuestión física solamente, también sentimental. En fin... nunca llegué a creérmelo hasta que comencé a observar los resultados y me sorprendí... por suerte no me la creí hasta el punto que alcanza mi ego, que es grande, pero al menos me sentí cómodo conmigo mismo, satisfecho de haber aprendido a vivir en pareja por mis propios medios, sin el ejemplo siquiera de un padre que me supiera dar los consejos más básicos para un adolescente. Claro, ahora decimos que eso es la experiencia pero bueh... siento que solo fue más logro que otra cosa.

Jeje, en éste punto me aburrí de hablar.

¿Cuál es el punto sobre lo anterior?

O mejor dicho, cuál es el punto malo. Soy complicado, tengo una lengua que lastima más que mis propias manos. Aún así, he sido lastimado de maneras peores y me han acusado de malsano. No entiendo. No entiendo qué tengo que hacer a veces para que me quieran, solamente eso, que me quieran, ¿tan difícil es? Supongo que sí, sino no tendríamos tantas separaciones en éste mundo, tantas pruebas antes de llegar a la definitiva pareja, ¿no? Saben, creo fehacientemente que es peor no ser querido que perdonado, puedo vivir toda la vida castigado en una celda y desangrándome, sintiendo el peor de los dolores pero sabiendo que me quieren. Como cuando uno no quiere ser olvidado... dicen que ser olvidado es peor que la muerte. Yo creo eso, pero más piel se me hace cuando termino una relación, cuando pesa más lo malo que lo bueno, cuando es mejor ser complicado que amar en simplicidad.

Estupideces, lo sé. No tengo parámetros, me sobra el tiempo nomás.

Pero es que... yo ya estoy agotado y de alguna manera, tengo que expresarlo.

¿Cómo explicarlo? Tengo una mezcla de todo un poco en mi interior. Pero más que nada, odio. Odio por hacerme querer sin ser valorado. Odio por ser llamado yo egoísta y ser mezquinado de cariño. Odio por ser tratado con frialdad cuando lo único que trasmito es calidez. Odio por enamorarme de la más bella y a su vez, de la más monstruosa y conplicada personalidad... Vaya contraste, ¿no? Enamorado, quisiera que no... no... claro que no quiero eso, más bien que su forma de ser cambie, claro... sólo eso. Alguna vez queremos no estar enamorados de cierta persona pero la verdad es que no es así, quisiéramos antes que nada que la persona fuera diferente, que nos permita así estar juntos. Y es que quisiera ser Dios ahora mismo, reordenar sus pensamientos ajenos y darle una palmada en la espalda, para que ande camino como deba andar, con la cabeza limpia y el corazón a punto. Saben... no me creo mala persona, las actitudes que me fueron remarcadas señalaron que así podría ser pero... si fuera mala persona no estaría pensando en qué hacer, todo el tiempo, de la manera más simple, sonriendo como un estúpido y sin usar una careta, queriendo de una manera tonta y estúpida pero al fin queriendo... ¿por qué? ¿Por qué tengo que quererla así? ¿Por qué quererla así no es suficiente?

Mierda...

Y ahora es cuando desvarío. Estoy en uno de esos pensamientos surrealistas en los que los ojos abiertos son sólo una manera de estorbar los recuerdos presentes. Y claro que sí, pienso lo que quiero, corrijo, pienso lo que pienso, lo que creo, lo que deduzco, lo que la experiencia repite una y otra vez como vivencia, ¿acaso se olvidan? Tengo cara de pendejo pero no lo soy, ¿tengo que decirlo? Viví más de lo que aparento y mucho de eso lo ignoran, nunca saben a ciencia cierta qué esqueletos tengo en el placard... sí sí... claro, que tengo cara de bueno...

Si si, ya sé, que se muriera, lo sé...

... y es que dicen que amás y odiás en la misma medida.

Ojalá fuera de las personas que sólo aman.

Me canso. Y ahora mismo haré todo lo que me prohibí hacer. Porque de bueno me tomaron de estúpido. Ahora di yo y recibí más dudas. Creo que... merezco a alguien mejor (sí que duele leerlo, ¿no?), mejor porque tenga ideas más claras y decididas. Saben... el sentimiento no merece el beneficio de la duda, el sentimiento siempre movió montañas, así lo creo y así lo creeré por el resto de mis días. Puede que no sepamos cómo expresarlos, a veces, pero no las veinticuatro horas, no tanto, alguna que otra vez vas a necesitar correr hasta sus brazos y vas a necesitar aferrarlo fuerte a vos, sin que te lo pida siquiera, vas a cruzar los mares y lo que se interponga en el camino. Ese es el tipo de amor que yo conozco. Sí, conozco, lo viví y lo sigo viviendo. Y lo seguiré buscando, porque yo soy así y así es como llego a ser feliz. Hoy por hoy me siento desdichado, ya no tan infeliz, eso es porque me encontré a mí mismo en medio de la miseria y no me importa, porque... no necesito buscar ayuda ajena para reordenar mi cabeza. Mañana mismo voy a volver a herir verbalmente a una persona por seguir un estúpido duelo de egos y aún así, sé que voy a tener al lado a una persona que va a entender que soy uno de esos estúpidos pero con otras tantas cantidades de buenas cosas que puedan repararlo o incluso... pesen más que la felicidad.

Creo que... sólo agregaría que no creo que sea justo ser basureado. No creo ser una de esas personas. Creo que existen peores cosas, como la infidelidad, por ejemplo. O el abuso físico. Tantas otras peores. No lo sé... estoy confundido, pero mejor la distancia para retomar el camino.

Saben, en las mejores circunstancias puedo bancarme lo imposible.

Pero así... no.

Así que mejor como todo resultó, entre gritos y alejamientos. Después de todo, tenerla indecisa no le hacía bien a nadie.

Shhhh... no despierten al que aún la quiere...

Vaya desvarío.

Gabriel

viernes, 20 de marzo de 2009

...

.
I can't...

... I just can't...

Gabriel

lunes, 16 de febrero de 2009

Magia

.
Cómo me cuesta a esta altura de la noche pensar...

Magia. Palabra famosa por éstos días. La verdad es que siento que la magia también falta en mi vida (reminiscencia a lady-art.blogspot.com), el combustible necesario para llevar a cabo tantos sueños y hacer funcionar tantas virtudes escasea como nunca antes (que cursi...), falta... mucho... todo hoy en día se traduce a tomar decisiones importantes y honestas... magia nada, nada que me permita sonreír con facilidad.

Magia...

¿Por qué necesito magia?

Porque quiero justificar el estar enamorado. Porque hace que valga la pena hasta el huequito más insignificante. Porque vuelve invisible ese maldito grano de arena. Porque no importa lo densa que sea la neblina, es superable con sólo creer que basta con amar. Porque... no necesito más que eso para perderme lo que las demás mujeres me ofrecen si tengo una gigante a mi lado. Porque puedo perdonar... porque puedo demostrar que vale la pena ser yo perdonado. Porque me ayuda a ser aceptado con defectos, porque el beso es mucho más que eso, porque no le tengo miedo a lo que me depare mañana, si tengo a esa persona a mi lado cuando despierte hoy...

Estar enamorado no implica sentir la magia, no alcanza solamente con eso. Pero cuenta, vamos... ¿desde cuándo ése tipo de terminos valen tan poco? Como decir "te extraño", siento que no tiene peso hoy en día y me termino preguntando porqué es posible... "Te extraño", "Te amo", "Paciencia", "Mi amor", "Me muero por besarte" y tantas otras cursilerías que no deben tomarse a la ligera y si bien sirven para demostrar que puedo hacer la diferencia (agarrarme de ése argumento hoy me tiene el ánimo por el piso), es lo que tanto nos unió entre hombres y mujeres durante toda la historia de la humanidad...

Romanticismo... magia... damn it!

Me costó años de sangre, sudor y lágrimas llegar a ser quien soy. Tomé muchas malas costumbres y forjé defectos horribles, pero me cuesta mucho cambiarlos... no quiero perderme de lo bueno que tengo, no quiero dejar de hacer la diferencia, no sé... soy un estúpido por seguir cometiendo errores de pendejo, hasta yo me odio y quiero dejarme solo... pero... mierda... quiero parar con todo esto y volver a sentirme feliz. Quiero una sola mujer en mi vida, que me inspire originalidad, cierta dependencia, seguridad, amor, conclusión a las consecuencias, fascinación... felicidad... AAAHHHHHH, ¿cómo hago?

Sé que soy un hombre incompleto, pero son cosas que el tiempo y la experiencia pueden hacerme madurar. Necesito dejar de ir a los tropezones y quitándole la felicidad a cada mujer que se enamora de mí.

Quisiera no haber divagado tanto.

Puf... me desanimé...

Gabriel

lunes, 9 de febrero de 2009

Pasado, presente y futuro

.
El primer aroma del ayer

¿Cuánto tiempo podré atar el pasado al nombre de "futuro"? Porque me afecta al vivir después, cada memoria, cada error que cometí, cada abandono que sufrí, cada poesía que quedó guardada en un cuaderno pero olvidada por quien la inspiró. Todo fue lo más hermoso al comienzo, la magia se hizo notar de a pincelazos, escasos pero intensos, esencial e invisible a los ojos... Fue como un sueño vivir contigo, un sueño del que acabo de despertar y sólo tengo el llanto que soñé casi al final, el final que desató la inmadurez... ¿cómo pude perderte? ¿Cómo pudiste perderme? El pasado sólo eso es, un llanto del que nos podemos aferrar pero que nunca será más que un consuelo mental porque acaso... acaso nunca nos volvamos a tocar...

El cataclismo en el hoy

La falta de comprensión, el negativismo, la repulsión de las virtudes enfrentadas. El mundo sólo apesta a convertirse en un enemigo, YO soy el mundo y sólo estorbo en tu camino. ¿Cómo alguien puede amar y no querer tener ese amor cerca? Ya no entiendo, quiero morir... los días se amontonan sobre mis hombros, río de la manera más histérica, mis sonrisas lloran hasta el más sensible chiste negro, nunca pensé que me ibas a doler tanto, nunca pensé que iba a dejar de entenderte, ¿qué es ésto que duele por dentro? ¿Por qué duele tanto cuando estás conmigo? Ayer no dolía, ayer eras un fracaso más, un recuerdo certero, pero hoy dolés, dolés como una herida de muerte misma y sin saber cómo supurar lo que la infecta, me quedaré al sol, formando una cicatriz y secándome las pupilas...

La desolación del mañana

Me alzaré una vez más, en el nuevo amanecer, sólo para perder la respiración al ver que nunca te afecté con mis palabras. Tal vez debí besarte, tal vez debí amarte en alma y cuerpo, tal vez esperabas que rompiera esa barrera de silencio que nos separaba la respiración. Me lamentaré por haberme desprendido de tu vientre, por haberme olvidado de quererte, aunque fuera un instante, irrascible y fatal, colado desde el espacio tiempo de los amores perdidos, exiliados, desterrados de toda felicidad. Mañana me alzaré una vez más y un cuerpo caliente ocupará tu lugar, tendrá el rostro de la nada y de a ratos, de mujer; me alzaré una vez más sobre ella y le haré el amor, el que nunca te llegué a hacer a vos, el minuto después de la desolación, el segundo después de la redención, porque no viviré toda la vida llorando por vos, pero sí un poco más seguro vistiéndome la piel común de cada escritor...

Vida de mierda, mujeres de mierda, no puedo cometer un sólo error con ellas, que ya me dejan sólo y con toda ésta parafernalia que al final, a nadie le sirve.

Gabriel