viernes, 12 de octubre de 2018

Desorden mental

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"... como son los niños, que aún no desarrollaron su cerebro del todo o no acumularon la experiencia necesaria como para tomar decisiones, basadas en patrones que se repiten, una y otra vez, como formularios solicitando documentos nuevos o hermanos, en una familia de dieciséis hijos..."

- No me mires así, no quiero salir con vos.

La miro con recelo, absorbiendo la sorpresa en sus cejas.

- No todo en la vida va de interés o de cuerpo...- hago una pausa sin pensar.- A veces, sólo se trata de estar ahí.

Tomo mi abrigo y me voy, dejando en el asiento de enfrente un sueño que ya no puedo etiquetar.

...

El tema es, que todo por definición sigue un patrón, la vida, los peces, los formularios, los liches. La verdad de la milanesa es que veo a la vida como una serie de eventos que se repiten hasta el hartazgo, que puedo señalar a alguien más joven porque yo viví su inminente error. También veo que ciertas actitudes las exagero, porque la falta de orden me vuelve loco, hasta el punto de no soportar un sólo error más, hasta el punto en el que quiero que mi cabeza explote, que vuelen por los aires todas estas manías que estoy escribiendo, porque estoy cansado de vivir entre números impares, que se perdonan unos a otros mientras se apuñalan de frente o por la espalda, que luego se hacen llamar "familia" y se juntan a celebrar el día del extraterrestre...

Necesito respirar.

Muchos sentimientos. Digo, las cosas en mi casa no van bien, en el trabajo tampoco aunque se, por lógica, que los momentos se repiten una y otra vez, la vida va y viene como se le antoja, que mañana comemos caviar y pasado, moscas en aceite. Y por la falta de orden, mis pensamientos, mis acciones, mis emociones, todas alteradas, llenas de nervios y desorden, acudiendo siempre a la misma droga cyber espacial. Mi entorno en general está mal y todas las piezas del reloj se van oxidando, dejando que mi mente piense que aún necesito una compañera, un lugar nuevo, un trabajo nuevo, amigos nuevos...

No es el punto, en realidad, sino que todo va por el lado del orden. Esa es una palabra que me repito mucho, últimamente... "ORDEN, ORDEN, ORDEN"... Porque todo lo es, a mi alrededor. ¿Que si extraño tener otra Carolina? Obviamente que sí, aunque mi necesidad de mujeres haya trascendido el simple gusto carnal: la vida es mucho más que besos y arremetidas, es testimonio, es compañerismo. El resto viene por añadidura.

JAJAJAJAJA.

Parezco uno de esos testigos de jehová.

Algún día hablaré de la religión.

Tengo la mente desordenada, porque mi entorno es un desastre, lleno de papelitos de caldos tras la cocina y despojos de perro por donde caminás. ¿Ves? Tengo que seguir este post pero voy distraído porque los gatos coman, sin que la perra ladrona esa venga y se coma su alimento balanceado. Siempre hay algo, un sentimiento, una pelea, un perro ladrando, un jefe hijo de puta, un estorbo... que se interpone entre mis acciones y el presente. Pero no es el problema, digo... un ignorante viene y me dice que lo detesto porque tengo celos de que todos le perdonen cada vez que va y se droga hasta lo que no posee, robando en el camino, derrochando la buena voluntad y todo eso, lo que me lleva a pensar que tal vez sí sean celos, porque yo procuro ganarme lo que gasto y de repente, él va y demanda que le den la mitad de mi sueldo para ir a drogarse, cosa que mis parientes no dudan en hacerlo.

Entonces sí, al final me dejo corromper y admito que son celos.

Y no deberían de serlo, porque soy un ser razonable, que piensa de a dos, que procura no ocupar el espacio que le pertenece al otro, que lo respeta, que dice "tenemos" y no "tengo". ¿Sabés qué? Tengo celos, porque toda esta maquinaria me lleva a ser como vos.

La única solución que veo es dejar de fumar, ir a levantar bolsas al puerto y alquilarme un arbusto en 25 de Mayo. Porque toda esta parafernalia diaria me está quitando el aliento y lo que verdaderamente represento.

Un G.

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