jueves, 21 de julio de 2011

¿Estarás fuera de mi mente?

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Me pregunto si el pensarte tanto, a veces, tiene que ver con la última imagen que mi corazón guardó del amor, del último respiro que di al cerrarse la puerta o... tal vez... de volverme completamente humano.

Te pienso, en demasía a veces y no tiene que ver con la piedra en aquel zapato que calzamos juntos y accidentalmente metí, no es ella, es mi falta de creencias, soy ateo en mi propio ateísmo, un desastre... El otro día vi una película y me vi plasmado, a imagen y semejanza, fue tan fácil relucidar la solución a todos mis problemas y a pesar de ello, terminé de verla y seguí con mi rutina, al encierro y el mundo de fantasía, a ofrecerme de sombra a la mujer que pretendemos como falso amor.

No sé... a veces quiero decir tantas cosas y no coincido entre ideas, tal vez quiero besar pero no a la mujer que me inspire una nueva sensación, no quiero ver nuevas caras... tampoco viejas... puede que, no sepa bien lo que quiera pero sí entiendo, entiendo que mi mente ya no quiere conformarse con romperse nuevamente en pedazos... tantas veces nos rompemos... tantas.

Y te ves bien, bueno, mi cabeza no lo cree pero las imágenes hablan bien de vos. Me pregunto si alguna vez me leés o si acaso tu sombra voltea hacia mi al darme vos la espalda, algo por el estilo, veo fácilmente razones pero la realidad marca otra cosa, mentira... la realidad superficial demuestra otra cosa.

Yo no veo bien o sí, veo, observo, voy más allá, pero mi falta de credibilidad propia me hace dudar... ves, estoy peor, tal vez te salvaste de lo mejor, tal vez huiste a tiempo y desnudaste una magia apagada hasta enfriar lo inocente... ¿por qué? Porqué soy humano, porqué pienso de más, porqué ya no muestro lo mejor de mí, desde el otro lado del espejo (acaso) me observan con desprecio.

¿Me leerás? No lo sé... hay tantos huecos dentro de huecos, tantas espirales de oscuridad abismal, tantos gritos que me desdoblan y pordiosean libertad...

Lamento no poder hablarte como antes, perdón, como siempre, pero es que ahora sólo soy ajeno.

Lo sé, me rompí a mí mismo.

G

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