lunes, 20 de octubre de 2008

Ser de palabras y no de hechos

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Las cosas se tergiversan cuando mi lado "bestia" (como M lo citó en el post anterior) se cree el dueño de la razón y no escucha opiniones ajenas pero importantes.

No lo sé... odio discutir, si tengo que plantarme un segundo, enfriar ésta cabeza que me quema detrás de los ojos, se antepone el Gabriel exigente, el que espera reacciones naturales para reacciones gabrielianas naturales. El tema se complica cuando decido hacerlo en el momento más erróneo, acá puedo hacer otro alto... y decir que nunca tomo con malas intenciones una actitud natural y sencilla, simplemente la hago porque es fiel a mí y sucede que a veces me doy cuenta de que no estoy siendo tan yo, tan Gabriel... tan tan... de a dos. Y dudo, por tomar esa actitud sin entender si me discuten porque tengo o no razón, algo que no me gusta (simplemente no dudar, estar seguro de si la tengo o no). Aquí es cuando dudo también de si elegí el peor momento o el menos, si voy porque quiero demostrar sin zaña alguna una buena acción, ¿por qué dejo de entender a la otra persona si lo único que pretendo es robarme una sonrisa? Sumemos a ésto el hecho de lo poco paciente que soy, lo fácil que me enojo en estas circunstancias, lo poco que entiendo situaciones, la sonrisa estúpida que se me dibuja porque estoy cansado de discutir por una boludez...

Todo esto forma un cóctel que más tarde será fiesta para mi ciclotimia.

Y el punto es que estoy cansado de lastimar y lastimarme, a veces no sé cómo detener ciertas malas actitudes o conseguir algo de paz continua. Me pregunto si el problema es que los dos somos inestables, si el único problema soy yo o es ella. Claro que primero me echo la culpa a mí, lo primero que hago al quedarme solo es tirar abajo toda mi entereza y lamentarme de lo que hice, con o sin mi culpa, porque en el fondo, después de una discusión, lo único que me importa es lo lejano que me siento de continuar...

Lo único que termina importándome es perder a la única persona que hoy por hoy me trae sonrisas la mayor parte de mi día.

Y que encima quiero de la manera más especial.

Ven, ya me odio por decir una "a" de más al empezar una discusión.

Por eso, me merezco estar solo.

Gabriel

1 comentario:

Anónimo dijo...

Digamolo de esta manera, una persona puede o no cometer errores por problemas de las afirmaciones que en ese momento cree tener la razón.

De ahi el dicho que los humanos aprendemos de los errores no? Aun que algunos no aprenden ni a la de 3, pero eso son casos aparte. Te considero persona nteligente, que sabe ver las cosas por lejos que se encuentren, vale que aveces una persona se cansa y se fustra, todos podemos enfadarnos por tonterias y discutir por chorradas, pero ahi la magia de la reconciliacion no?

También decir que te puedes dar cuenta tarde, pero en el caso de personas sensatas, se dan cuenta al cabo de un rato o del dia siguiente , cuando se está frio y no en caliente en media discursión.

La gente que esta sla se vuelve mal, peor persona, egoista y malhumorada, si tu dices que mereces estar solo, recapacita las palabras...

Bueno nada mas Gab, nos vemos de nuevo saludos y un beso muy grande!

Zai