domingo, 16 de abril de 2017

Con texto

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"Dentro de este puño tengo el alma, aplastada."

Luego de leer esa frase, lo primero que pensás es en algo negativo, en esa pobre alma que no puede respirar. (?) Sin embargo, la connotación puede ser errónea, ya que rara vez estudiamos (aunque brevemente) el contexto en el que se dice o se escribe, las sensaciones del pronunciador/escritor o el estado del clima. Bueno, la última no...

"El alma aplastada"... una frase que nació escuchando un compositor de música clásica. Y lo primero que pienso es que me comporto como el enamorado, que dice la primera estupidez cursi que se le viene a la cabeza, tanto para alabar la belleza de una mujer o sus pechos (a preferencia de la audiencia). ¡Pum! Sale de la cabeza pero a las cuerdas vocales se les ocurrió primero y es como una estantería que se viene abajo, toda llena de platos, momento después en el que sólo te queda empezar a las gritos o morirte de la risa. "Jajaja", qué pedazo de cursi que sos, aunque ahí está, la súper frase.

Son etapas: los seres humanos tenemos algunas en las cuales alternamos la experiencia con la inmadurez y en realidad no alcanzamos la adultez, sino que dejamos la pavada y nos concentramos en ver el ángulo correcto de las cosas. Plus, de vez en cuando, volvemos a la época en la que arrastramos a las mujeres de los pelos, con garrote al hombro. Sin embargo, cuando hallás el contexto, cuando ves lo mismo que ve el otro... ssss... la gloria, un instante donde la mejor de las melodías encuentra el tono perfecto. Y es ahí cuando revolver entre tanta basura rinde sus frutos.

Perdón por la honestidad, es el ego quien habla, el mismo que escribe tan bien para vos. Es como un genio, pésimo para las relaciones, excelente para la posteridad literaria... bueno, no tan así, al menos no para el escritor, aunque el violín te engaña, te acaricia con ese sonido que te aplasta el alma pero te corta con sus cuerdas, si lo tocás fuerte.

No, no tiene sentido, porque aún no ves el contexto.

Ahora, tantas veces divago y otras tantas, dejo que el resto descubra de qué estoy hablando.

En cualquier caso, así es como me divierto.

(Inserte risa estúpida)

G