sábado, 8 de agosto de 2015

Caos y repetición

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La vida, el arte de la repetición.

Pero un día te levantás y decidís no volver a repetir, elegís vivir de lo arbitrario, de lo original, de lo único. Elegís mantener una sola relación estrecha, cuidarla, entenderla en su tal vez, darle lo mejor de vos... si es que hay algo mejor que sentirse superior, gracias a esa persona.

Caminás tiempos infinitos y nunca cambia el desequilibrio tirano de lo malo, pero lo bueno... lo bueno pesa más e ignorás los resultados, siempre y cuando despiertes a tu manera, con ella al lado, con él, con quien quieras. Caminás y la vida se vuelve una rutina más acorde a tus gustos y nada importa, podés ceder intensidad que el resultado siempre será el mismo.

Sin embargo, se termina. Se esfuma, como tierra que removés del hombro. Pero... no querés repetir, la vida es un arte que ya no practicás, sino que vivís bajo tus propias reglas y necesidades. Te obligan a afrontar las consecuencias, te quitan algo a lo que ya te acostumbraste. O lo perdés, se lo regalás a la colectividad mundana, porque tus defectos fueron un reflejo del montón. No todos/as soportan los malos ratos de uno... nada está por delante del egoísmo humano.

Y te desacostumbraste a repetir. Sabés cómo... no querés. Nunca faltan los desfiles, ni las llamadas de atención, hay mundo suficiente como para hacer que sueñes siete días pero no... repetir ya no va con el menú. No existe clavo suficientemente grande o martillo pesado que hunda el clavo anterior.

Es un estado caótico, el de los pasos difíciles.

Todo tiene un tiempo, escritor. A veces, el orden universal no tiene un porqué pero sabe elegir los momentos. Existen dos tipos de personalidad: la del distinto y la del colectivo. En la primera se cree que forma parte del segundo y por eso es que se equivoca, cuando la lógica puede saborear el momento indicado, si no es cien por ciento acertado, pero un acento para el instinto. Las que pertenecen al segundo grupo, enriquecen ferreterías, compran clavos al por mayor y muchas veces, eligen vivir en la ignorancia.

De ahí el dicho.

Ninguno de los dos estados es villano, el arte de la repetición es más un punto de vista objetivo sobre lo que está bien y lo que está mal.

Solamente tenés que... elegir, elegir a qué bando pertenecés, por naturaleza.

G