domingo, 18 de julio de 2010

Nota mental

.
Cuantas veces divago por la vida, sintiendo que mi cabeza se llena de todos estos pensamientos y que antes, prefería escupir con mis dedos sobre este blog. Hoy siguen siendo constantes pero son menores a aquellos ataques de rabia que poseo y extraño que ya no gane el pensamiento, el razocinio, la paciencia, extraño realmente ser aquel que meditaba las cosas antes de hacerlas. Realmente lo extraño.

Ayer... fui como los viejos tiempos, hace tanto que no la pasaba tan bien. Pero también estuvo el otro lado, el maldito, el que odio poseer en buenos momentos por estupideces que hice en el pasado. Sé bien que la vida tiene este tipo de vueltas y que vamos a volver al mismo puntos tantas veces que no vamos a poder siquiera llegar a creer cuánto y lo único que se me ocurre pensar ahora, es que debo resignar ciertas ideas que practiqué durante la mayor parte de mi vida. Ideas como la de no volver a juntar mi pareja y mi ex en el mismo lugar, por ejemplo.

Me puse una careta ayer y dejé que me llevara por donde quisiera. Finalmente decidí ir porque sé que mi amigo quería que estuviera ahí. No hubo otra razón poderosa, a pesar de la diversión y las otras personas que quería volver a ver juntas después de tanto tiempo. Pero debía de usar careta para sobrepasar mis estúpidas actitudes sin madurar. Y así lo hice, la pasé más que bien.

Pero veo el frente de la cuestión, aquel que me esquiva y siento que soy tan pequeño ahora como vivo. Siento que en éstos últimos dos años no hice las cosas como debí y que me atasqué de una manera infantil, que olvidé todas las enseñanzas que levanté con el correr de los casi tres siglos que viví, que las destrocé sin entender siquiera porqué. Me siento triste por mí mismo, me veo como un idiota que ya no quiere vivir de la mejor manera y aprovechar las buenas cosas que llevo dentro. Que tengo que alejarme de quien lastimé, que tengo que aprender a amar a quien ya dejé de, que tengo que empezar nuevamente de cero. Todo eso me entristece. Y mucho.

Quisiera alguna vez hablarte y que pudieras contestarme sin el menor rencor, quisiera ya no enojarme porque me ignorás cada vez que necesito tu presencia, como sea que estés, con quien sea que estés. Pero ésta es la realidad a la que decidí sujetarme y debo sobrellevarla, aunque no pueda gritarte lo mucho que siento haberte lastimado y que, más allá de lo mucho que fallás en estar, debo dejarte en paz.

Quisisera no llegar a todas estas situaciones, hoy en día. Quisiera prometer que no voy a volver a enojarme pero no puedo, aunque sé que de ahora en más seré una seda (porque eso es lo mejor para todos), pero no me hagas prometer que todo va a estar mejor si yo hago las cosas bien.

Porque nada va a estar bien si dejamos todo dando vueltas en el aire.

Y sin terminar.

Una vez más, perdón por hablar de solamente lo que a mí me pasa.

Quisiera recordar que todas aquellas personas importantes en mi vida podían conocerme bien, aunque asesinara a otra persona a sangre fría.

leirbaG