jueves, 8 de enero de 2009

Egostealer

.
No es tan grave como parece, ¿no? Después de todo no estaremos toda la vida solos, podremos lidiar con un puñado de opuestos que nos prometen a futuro hacernos felices. No vamos a morir mañana. No, claro que no. Respiremos hoy. Solamente pensemos en que los días se harán largos y que cada instante en el que no ocupemos la cabeza con boludeces será interminable.

Tengo tantas cosas para decirte. Hace días que tengo un nudo en la garganta, mucho antes de que me contaras eso. Sentirme hoy reemplazable es parte de la gran bola y sabés, puede que me dejes pensar lo que quiera, acaso vos ya cubriste tu hueco (o te lo callás) y yo... por no saber cómo pedirte ayuda, le muerdo la lengua al corazón hasta el día de hoy y probablemente para siempre. Claro, sufro hoy, mejor dejemos que la imagen de vuelva difusa y todo se confunda. Que se vaya todo a la mierda y que nos veamos el día de mañana de la mano de otros. Hoy no sirve. Hoy nos equivocamos y nos negamos a lo que realmente queremos, nos ponemos a pensar en lo que no vamos a lograr en vez de lo que sí somos capaces. Vos opinás por mí, yo opino por vos, somos una mierda de gente a la hora de materializar la magia. Pero... si yo no puedo conmigo mismo y menos con una relación... ¿dónde está tu amor? ¿Qué acaso yo no te dejé del todo? ¿Qué dejé de escribirte? ¿Qué me fui? Jamás me fui... vos misma lo dijiste...

En cambio, jamás te vi volver.

Me tomé quince minutos para seguir escribiendo. Pensé... en lo que soy capaz. Que soy capaz de volver a hacerte feliz, que vos decís que hoy no y yo te digo que nada es imposible. Que tres veces te lo demostré, que te di vuelta sobre una forma desinteresada, porque yo quería estar con vos pero a cambio sólo te pedí compañía. Hoy por hoy me creo capaz de lo que sea, puede que mi vida siga patas para arriba pero vos no sos ningún nudo imposible de desatar. No obstante, tengo mis sentimientos de bronca, de ira, de desarraigo, todo hacia vos, porque preferís pensar las cosas diez veces antes, preferís esperar a que el otro "tome la iniciativa", porque tal vez esperaste aquella última vez en la parada que yo te pidiera de volver, con palabras sinceras y fuertes saliendo de mi boca, con palabras que te dotaran de confianza propia. Pero como no lo hice... preferí respetar el desorden que teníamos...

... te pensás que no quería besarte y repetirte cien veces más que aún te amaba y que cuán estúpido había sido por no haber tenido mejor idea de parar tanto sufrir que la de dejarte...

Hipócrita sos. Pero más hipócrita soy yo y es por eso que no tengo derecho a seguir diciéndolo. Vos sabrás porqué. Tu paranoia lo sabe mejor que vos incluso. Me hundiré en el infierno, probablemente, pero sabés, no soy más que una consecuencia de quien escapa hasta a la persona que más quiere porque justamente la que más lo quiere es la que más le hace daño...

Huir.

Huir.

Y huir.

Siempre te pedí ayuda con mis blasfemias y jamás las entendiste.

Te odio sabés.

Y es mejor así.

Gabriel